domingo, 30 de enero de 2011

Peñalara-Sureste Clásica

Tras vanos intentos de engañar a algún miembro del grupo para que me acompañara a dar una vuelta por Cotos y presa de un ataque de montañitis aguda, finalmente me lie la manta a la cabeza y decidí subir en solitario para ver si era posible rebañarle, aunque fuera solo un ratito, a los pésimos pronósticos meteorológicos de los últimos días. Y la cosa no Salió del todo mal puesto que al final me volví con la "Sureste a Peñalara" en el bolsillo, aunque también con la impresión de haber hecho cualquier otra cosa, pues el 90% del tiempo la niebla apenas me permitió disfrutar de las vistas.

De Sur-este clásica a Peñalara

Tras dejar el coche en Cotos (lleno hasta la bandera, para variar)todo hacía intuir que, por una vez, los chicos del AEMET se iban a confundir para bien, pues no solo había algún claro que otro por el que entraba un agradable solecillo, sino que además, la ausencia de viento hacía que la temperatura fuera más que aceptable. Pero poco duró la ilusión y, nada más rebasar la Laguna Grande, las nubes comenzaron a cerrarse de nuevo para el resto del día.
Así, acompañado a tramos por los grupos de montañeros que se encaminaban hacia la laguna de los Pájaros, llegué a la altura de la canal Sureste a Peñalara donde, la tentación de unas inmaculadas palas de nieve y mi poca voluntad por resistirme, convirtieron lo que debía haber sido un paseo en una entretenida palicilla con la nieve (para que vamos a engañarnos, ya había echado el casco a la mochila por si las moscas).

De Sur-este clásica a Peñalara

Para mi sorpresa no había el menor atisbo de huella reciente, pese a que ya había visto como las canales de la Laguna estaban cuajaditas de personal. Y no me extraña, porque el medio metro de nieve reciente que cubría la pala de entrada ya me hicieron pensar un par de veces si no sería mejor bajarme a tomar un caldito a Venta Marcelino y dejarme de gilipo... Por fortuna, una vez superado este primer tramo, la capa de nieve virgen disminuía a ratos a la mitad y permitía clavar correctamente los crampones en la capa dura de más bajo.

De Sur-este clásica a Peñalara

Así, entre resuellos y algún juramento que otro, se alcanza un resalte bastante más empinado pero que, al estar completamente cubierto, no supuso mayor dificultad. Tras superara el resalte y otro corto tramo de canal, se sale a un rellano desde el que pude intuir la posibilidad de enlazar por la izquierda hacia otra canal que creí debía salir casi a la cumbre de Peñalara o continuar recto por otra canal bastante evidente aunque algo más empinada. Como a estas alturas ya no veía a mucho más de 10 metros, decidí tirar todo recto con la intención de liarme lo menos posible y evitar meterme en un embolado con la niebla cerrándose cada vez más.

De Sur-este clásica a Peñalara

Con una nieve en mejores condiciones que la que había sufrido hasta el momento y con alguna que otra buena placa de hielo de por medio, apenas tarde un rato en superar la que a mi parecer fue la parte más entretenida del recorrido y que, tras una pequeña cornisa sin dificultad ninguna, te deja a escasos 20 metros a la derecha del vértice de Peñalara.

De Sur-este clásica a Peñalara

Tras abrigarme un poco y hacer la foto de rigor y viendo que el tiempo empeoraba por momentos, decidí bajarme a buen paso siguiendo la buena huella que había dejado los innumerables esquiadores y montañeros que subían y bajaban como una romería por la ruta normal. Un poco harto de tanto personal por todos lados, seguí mis tendencias sociópatas y decidí bajarme directamente por el tubo central de la Laguna Grande y así de paso echar un vistazo al tubo del robot donde me pude entretener haciendo unas fotos a los escaladores allí congregados. De ahí, en un rápido paseillo, retomé mis pasos y volví a Cotos por el camino de la Laguna.
En definitiva, una ruta estupenda incluso a ciegas así que, no me puedo imaginar cómo debe ser con buen tiempo. Habrá que probar de nuevo…

viernes, 28 de enero de 2011

Por los Montes de Toledo: el Rocigalgo

Continuando con nuestra sección de Archivo de Rutas, hablaremos hoy de la ascensión a uno de los picos más representativos de los Montes de Toledo, El Rocigalgo.

Hace ya un tiempo largo que nos dio por salirnos de los recorridos más habituales de la sierra de Guadarrama y empezamos a movernos más por los riscos de Gredos y Ayllón. Y en estas estábamos cuando a alguien se le ocurrió que podría ser interesante hacer un "reconocimiento" a los Montes de Toledo, destino poco habitual pero que quizá nos sorprendiese. Así fue como nos planteamos ascender al Rocigalgo el día 03-12-2006.




Se trata de un recorrido agradable para el cual, al menos en aquel momento, era necesario pedir un permiso al Ayuntamiento de los Navalucillos. Recuerdo que simplemente interesaba conocer el número de personas que iban a transitar los montes durante ese día, la hora prevista de inicio y poco más. Supongo que si no hay montería en esa jornada tampoco debería haber ningún otro problema.

La ruta comienza en el área recreativa de las Becerras. Desde aquí hay una pista por la que se puede continuar en coche hasta alcanzar una zona en la que una cadena corta el paso. Desde aquí a la Cascada del Chorro se llega en menos de una hora de agradable paseo. La verdad es que la cascada nos sorprendió porque esperábamos algo de menos altura y con menos cantidad de agua. Suponemos que las lluvias del otoño habían ayudado en parte.

A partir de aquí el camino fue cambiando gradualmente hasta que acabó convirtiéndose en una senda que atravesaba un robledal muy bello y que daba paso a los matorrales previos a la zona de cumbre del Rocigalgo, 1444 metros. Desde allí, pudimos ver un impresionante mar de nubes sobre el Parque Nacional de Cabañeros.

La vuelta se hizo larga y, aunque regresamos sin que hubiera anochecido del todo, el frío se dejo notar también en estas latitudes. A continuación algunas fotos de aquella jornada.


lunes, 24 de enero de 2011

El Morezón por la cara noroeste

Como recordaréis por el post inaugural de este Blog, la pasada Semana Santa disfrutamos de unos espectaculares días de nieve en el circo de Gredos. En aquella ocasión y, por ser la primera vez que visitábamos la zona en invierno, decidimos no complicarnos demasiado y elegimos dos ascensiones fáciles pero realmente entretenidas: Cabeza Nevada desde el gargantón y el Morezón por la loma del Cuento. Fue precisamente en la cima de el Morezón donde quedamos totalmente enamorados de la multitud de canales y corredores que, partiendo de la misma laguna, ascienden a las principales cimas del circo.



Con intención de empezar a disfrutar de todas esas maravillas lo antes posible, partimos Jesús y un servidor el sábado 22 sin tener muy claro como estaban las condiciones de nieve por la zona pero con un estupendo pronóstico de frío intenso y sol casi primaveral.
Nada más pasar el puerto de Menga ya nos dimos cuenta que por nieve no iba a quedar la cosa pues todo el cordal, desde la Mira hasta Cinco Lagunas, aparecía teñido de una estupenda capa de “blanco nuclear”. Sobre las 9:45 comenzamos caminar desde la plataforma por el “archiconocido” y no menos congelado camino de los barrerones a donde llegamos sin ninguna novedad pero acompañados por un viento gélido que cortaba como una cuchilla.


Al abrigo de las paredes del circo, llegamos al pie de la laguna Grande que en esta ocasión estaba tan congelada que se podía cruzar de cabo a rabo como si de un suelo de parquet se tratara.
En principio nuestra intención era no complicarnos demasiado así que elegimos subir las canales del lado Noroeste del Morezón, que previamente habíamos visto en el blog de “Bailando con Sarrios”. El problema surgió al percatarnos de que en esta ocasión no había tanta nieve y la entrada a las canales no era tan evidente como traíamos en mente. Tras descartar la canal de la Mina por estar totalmente impracticable, nos dirigimos hacia la izquierda de esta, hasta dar con una pala de nieve que parecía algo más evidente. Una vez superado un gran resalte de roca cubierta de nieve y hielo fuimos a parar a un rellano que cruzaba en diagonal con salida tanto por la derecha como por la izquierda.

De Plataforma - Laguna Grande - Canales hasta el Morezón


Sin tener muy claro por donde iba la cosa, decidimos probar por la parte de la derecha que finalmente resulto que cortaba en diagonal la canal de la mina. Justo en la parte en que ambas coincidían comenzamos a girar hacia la izquierda para no pasarnos la vertical de la cima, creyendo que finalmente saldríamos al cordal que sube desde la loma del Cuento. A estas alturas de la mañana el sol ya comenzaba a pegar con fuerza lo que, unido a una zona de nieve más blanda, nos hizo sudar de lo lindo prácticamente hasta el final.
El último cuarto de subida nos obligó a poner algo más de atención a lo que hacíamos tanto por el aumento de la pendiente como por la dureza de la nieve, pero fue sin lugar a dudas la parte más espectacular y divertida de toda la subida.

Para sorpresa nuestra, al enfilar la última rampa nos percatamos de que habíamos salido prácticamente en línea recta hasta la cima, en lugar de hacia la zona izquierda como creíamos desde el principio.
De nuevo congelados por el frío viento que venía del norte pero contentos por el buen rato pasado, perdimos el tiempo justo en hacernos un par de fotos y decidir nuestro próximo objetivo en la zona: el Casquerazo por la portilla de los Machos.
Satisfechos y con la ansiedad del que se queda con ganas de más, encaminamos nuestros pasos hacia el cerro de la Cagarruta y el Refugio del Rey, donde finalmente pudimos parar a comer algo. Desde allí no quedaba más que seguir bajando en un agradable paseo hasta la plataforma, a donde llegamos sobre las 16:30. Para rematar, cervecitas y pinchos de tortilla en Hoyos del Espino.



lunes, 17 de enero de 2011

Cuerda Larga invernal II

Parece que este inverno la cosa va de reeditar clásicas por la zona centro así que aquí os dejo la crónica de otra clásica entre las clásicas, la Cuerda Larga. Y además por partida doble ya que, debido a compromisos varios, esta misma ruta la realiazarón Manu, Dani y José justo el día antes.

De Cuerda larga 16-01-2011

En esta ocasión nos juntamos Almudena, Marcos, Jesús y un servidor a las 8:00 en Atocha (hora más que moderada y sin tendencia al masoquismo de fin de semana, no como otros...) desde donde salimos para dejar uno de los coches en la Morcuera y otro en el puerto de Navacerrada. Finalmente comenzamos a andar sobre las 10:30 con un estupendo sol en dirección a la cuerda de las Cabrillas, para girar luego hacia la Bola del Mundo a la que llegamos en procesión junto a un buen grupo de montañeros y paseantes varios (algún inconveniente ha de tener el levantarse a horas razonables). Aunque al principio apenas pisamos nieve, una vez alcanzamos la pista asfaltada tuvimos un pequeño aperitivo de lo que nos iba a esperar practicamente en todo el recorrido: nieve dura como el pedernal que convertía las sendas pisadas en auténticas pistas de patinaje.
Para afrontar con garantías tan estresante circunstancia decidimos que lo mejor era pararnos en el bar del telesilla donde nos tomamos unos cafés y, si nos descuidamos y nos pilla un poco más tarde, hasta unos bocatas de panceta.
Desde Bola del Mundo hacía Valdemartín y Cabezas de Hierro, más de lo mismo: bastante personal y mucha placa hielo con las que nos entretuvimos apostando a ver quien se la endiñaba primero, mientras las sorteabamos por donde mejor podíamos. El caso es que cargamos con los crampones todo el camino pero, no se si por vaguería o por sadismo, se quedaron en la mochila hasta el final de la ruta.

De Cuerda larga 16-01-2011

Tras un breve refrigerio en Cabezas de Hierro, continuamos camino hacia Asómate de Hoyos donde nos esperaban unas vistas aun mejores que las que veníamos disfrutando durante el tramo anterior, en gran medida debido a la luz del atardecer y al mar de nuves que poco a poco se iba formando hacia el lado sur de la sierra. Así, entre charletas y fotos, alcanzamos la loma de Bailanderos donde bruscamente desaparecía la nieve para dar paso al paisaje pelado típico de la zona.

De Cuerda larga 16-01-2011

Una vez en el collado de la Najarra, echando un ojo al reloj, decidimos bajar directamente a la Morcuera para no retrasarnos mucho en la recogida del otro coche. Y a fe nuestra que casi nos arrepentimos de esa decisión porque el tramo de camino que nos quedaba hasta el puerto fue, con diferencia, lo más complicado de todo el día. Allí escondida a la sombrita, nos esperaba algo parecido a una senda tapizada de hielo que amenazaba con rompernos la crisma a cada paso que dábamos.
Casi aliviados por pisar el barrizal que se había formado al final del camino (siempre es mejor mancharse que matarse) llegamos a la Morcuera a eso de las 17:30 cuando empezaba a caer una rasca que nos quitó las ganas de entretenernos más de lo justo para hacer lafoto de rigor y salir de allí pitando hacia el puerto de Navacerrada.

De Cuerda larga 16-01-2011

Por fin, a las 19:30 y tras "disfrutar" de un monumental atasco en la carretera de Miraflores a Colmenar, llegamos al puerto de Navacerrada para recoger el coche y dar por finalizada otra estupenda jornada montañera.
¿¿¿¡¡¡¡Adivinais quien se escaqueo de las CERVEZAS!!!??? Y ya van dos je, je, je.



Cuerda Larga Invernal I

Después de más de un año intentándolo, una pequeña pero madrugadora delegación del grupo logró reunirse para culminar con éxito uno de nuestros objetivos más anhelados: completar la Cuerda Larga con nieve.




Las sensaciones comenzaron antes de llegar al lugar de reunión. Subir por la carretera desde Miraflores al puerto de La Morcuera, con la oscuridad total como compañera es un placer íntimo.
Como íntimo estuvo a punto de ser el encuentro entre mi coche y la quitanieves que venía de frente.

Hacia las 7:45, y casi simultáneamente, llegamos Jose, Manu y yo al puerto de La Morcuera. La puntualidad en las rutas es siempre el mejor punto de partida. Cojo mis trastos y nos reunimos en el coche de Jose. Y empieza la emoción…el depósito está por la reserva y el puerto de Navacerrada está a unos 40 km.

A las 9:00 nos ponemos a andar con agilidad para evitar el frío (hacía 5 grados) y al "gorrilla" del aparcamiento. El tiempo es inmejorable y eso nos hace temer que escasee la nieve y la que haya sea del tipo "nieve-sopa". Al llegar al bar de Guarramillas, la realidad nos saca de nuestro error y nos avisa de lo que nos espera: 1 metro de nieve helada que nos iba a facilitar y fastidiar la ruta a partes iguales.

Siguiendo las huellas y clavando talones evitamos ponernos los crampones. Cubrimos Bola del Mundo y Cerro de Valdemartín sin demasiada dificultad, pero una costalada de Jose y la idea de bajar los 200 metros de desnivel hasta el siguiente collado en "culoesquí" me hace ponerme mis suelas afiladas.




Darse un leñazo con los crampones en el macuto duele mucho más. Jose y Manu prefieren no calzárselos. Hasta las Cabezas de Hierro el grosor de la nieve (léase hielo) variaba entre el metro y el centímetro, pero resistía los fuertes golpes del piolet (los que no tenemos cámara con algo nos tenemos que entretener). No obstante, empleando la habilidad apropiada, el avance era muchísimo mejor que sobre el antipático pedregal que, como es sabido, había debajo. Durante el suave paseo del collado de Peña Vaqueros, me quito los crampones, dado que afloran las piedras y la vegetación. Además parecía que, pasada Navahondilla, apenas quedaba nieve residual.

Pero nos volvimos a equivocar y estuvimos con el "esta-es-la-última-nieve-que-nos- queda" hasta media hora antes de finalizar la ruta. Cierto es que era ya un poquito más blanda y escasa pero, a poco que tuviera un mínimo de protección con piornos o piedras, seguía siendo muy traicionero ese fino manto blanco.

Los últimos metros para "sellar en los controles" de las cumbres, los pedregosos pasos por la ladera norte próximos al Bailanderos y a la Najarra, así como buena parte de la bajada hasta el puerto de La Morcuera, nos exigieron más sudor y concentración de lo esperado.

En cualquier caso, a las 17:30, tras 8 horas y media, llegamos a la verja del puerto. ¡Victoria!

Pero la ruta todavía no había concluido. La vuelta al puerto de Navacerrada, ya con la luz del tramonto, nos regalaba imágenes preciosas…alternadas con las dudas de Jose recordando que le esperaba un coche sediento. Bendita cuesta abajo hasta el pueblo de Navacerrada.

Una vez repuesto su vehículo, los tres "repostamos" en Félix El Segoviano. Chocolate con picatostes. Delicioso. Especialmente para Jose y para mí…porque pagó Manu.

¡Chimpón!

By Dani

jueves, 13 de enero de 2011

Maliciosa Invernal Nocturna

Continuando dentro de la sección de rutas del Archivo de Rutas, recuperamos del olvido la ocasión en la que nos dio por realizar una ascensión invernal nocturna a Maliciosa. Los protagonistas: Giuse, Rincewind, Dagarmar y yo.




Pensareis, ¿qué puede tener de especial una ascensión a Maliciosa?. Para comprenderlo hay que ponerse en situación. Viernes del mes de Diciembre, 23:30 horas. Cuatro grados bajo cero en el aparcamiento del Puerto de Navacerrada. Toda la semana de trabajo entre pecho y espalda. Y una luna llena espectacular.

Nuestra idea inicial era realizar algo en la mañana del día siguiente pues las condiciones de nieve-hielo eran buenas. El caso es que como las previsiones para el día siguiente no eran del todo buenas y estábamos animados tiramos hacia arriba sin pensar mucho a que hora acabaríamos. El estado de la nieve hizo que los crampones fueran necesarios desde la salida del refugio del Puerto de Navacerrada. El caso es que la noche, aunque fría, fue espectacular. Más tarde nos enteraríamos de que era la luna más grande y luminosa de los últimos lustros.

Con todo y con eso, hicimos cumbre en Maliciosa poco antes de las 3:00 de la madrugada. Ni que decir tiene que no nos encontramos con nadie en todo el recorrido. La temperatura debía rondar los 8 o 9 grados bajo cero a esa altura, pero habíamos entrado en calor y Dagarmar no perdió la ocasión de echarse un piti.

El regreso se hizo duro. Si bien el camino es corto y conocido el cansancio empezó a pasar factura y al llegar al refugio dormimos profundamente. Así concluyo un recorrido clásico al que le dimos un toque de originalidad al realizarlo de madrugada. Disculpad la calidad de las fotos, que no son buenas, pero es lo poco que pudimos obtener de aquella jornada.

lunes, 10 de enero de 2011

Torozo por el Collado del Boquerón

Inauguramos con esta ruta una nueva sección del blog que denominaremos “Archivo de rutas” y que trata de recuperar rutas que hicimos hace tiempo en el grupo y que, anque no feron publicadas, por su interés, rareza, espectacularidad o cualquier otra razón nos parece que merecen la pena ser recuperadas.



- Desnivel acumulado: 1250m
- Distancia: 18 Km
- Tiempo empleado: 7 horas (+ o -)

Esta en concreto podríamos calificarla de ruta “rarita” y no demasiado agradable, por diversas circunstancias: entre ellas el hecho de que la ruta se ajustara bastante poco a lo que habíamos leído en la guía, el calor que nos pegó de plano durante todo el recorrido y los desagradables efectos de una reciente resaca, al menos en dos de los participantes, y una indigestión en el otro.

De San Esteban del Valle - Collado Boqueron - Torozo
Con ese cuerpo serrano pero con el ánimo intacto, nos dirigimos Jesús, Marcos y un servidor, una buena mañana de principios de septiembre del 2008 a San Esteban del Valle, en la vertiente sur de Gredos, para tachar de nuestro debe otra ruta más del libro “Senderismo para Masoquistas”, que por aquel entonces nos venía ocupando más de un fin de semana. La ruta figuraba como la más sencilla del libro y consistía en la clásica ascensión al Torozo pero desde San Esteban y por el collado del Boquerón, en lugar de comenzar en Serranillos o en el Puerto del Pico como es más habitual.

De Torozo

Tras dejar el coche al lado de la iglesia, el primer tramo de la ruta transcurre tranquilamente por carretera y pista de tierra sin mayor dificultad. Es una vez alcanzado el final de la pista donde comienzan las complicaciones. El libro ya advertía de la ausencia de senda y de la necesidad de orientarse a “ojímetro” para enfilar correctamente la subida, por lo que a ese respecto íbamos más o menos concienciados. En lo que se equivocaba de plano la guía era en calificar como “matorral bajo” (o algo por el estilo) a lo que resultaron ser unos piornos del tamaño de un abedul y que, no solo no nos permitían orientarnos ni lo más mínimo si no que se tupían de tal modo que avanzar un par de metros se convertía en un auténtico calvario. Tras una hora de sudar la gota gorda, maldecir como carreteros y acordarnos de los parientes del autor del libro, decidimos no hacer ni puñetero caso a la guía y girar directamente hasta el arrollo que baja desde el collado del Boquerón, para lo que aún tuvimos que pegarnos otro buen rato con los mencionados piornos y curtirnos la piel con una buena ración de zarzas.

De Torozo

Una vez alcanzado el arrollo, fuimos bordeando el mismo como pudimos hasta alcanzar una traza de senda que al poco rato se juntaba con una tubería que, al menos en este tramo, supuso un auténtico alivio.

Un poco más arriba la traza de la senda se pierde y, aunque hay algún hito que otro, decidimos meternos directamente en el cauce del arroyo dejando a nuestra derecha unas espectaculares vistas de un par de cordadas que escalaban en el risco del Tío Pasito. Así, entre grandes bloques de piedra y un sol de justicia encaramos esta parte de la ruta que, aunque es la más empinada, tampoco presentó más dificultad que el ir sorteando rocas por donde mejor se pudiera. Una vez en el collado, se enlaza con el camino normal que viene desde el puerto de Serranillos y que te deja en la cumbre del Torozo sin mayor dificultad.

De Torozo

Para la bajada, más de lo mismo. Enfilamos en dirección a la Atalaya y Piedra Caballera por terreno más o menos cómodo pero sin camino visible. Un poco más abajo comienza a verse la carretera por la que se sube a la ida. Tomando esta como referencia, comenzamos a bajar saltando alguna que otra valla e intentando, sin éxito, evitar los nuevos piornales que salían a nuestro paso hasta alcanzar unos pinares en la parte baja que finalmente dan paso a la carretera.



En resumen, una ruta que termina por hacerse más dura de lo esperado, tanto física como mentalmente, debido a la falta de sendas, al calor y al montón de rectificaciones y marchas atrás que tuvimos que dar pero que merece la pena por la soledad de los parajes que se atraviesa y por las vistas espectaculares sobre el risco del Tío Pasito y la vertiente sur de Gredos. Pese a todo, con un poco de espíritu aventurero, es sin duda una opción mucho más interesante que las rutas habituales al Torozo.

De San Esteban del Valle - Collado Boqueron - Torozo




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sábado, 8 de enero de 2011

Garra Rusé

Aquí os dejo mi opinión de neófito en este mundillo de la escalda sobre los que han sido mis primeros pies de gato, así que me limitaré a dar mis impresiones sin la posibilidad de comparar más que con lo que me cuentan otros compañeros sobre los modelos que ellos usan.
En concreto, se trata del modelo Rusé de la marca española Garra. En principio, por su forma no se acercan demasiado a lo que suele ser habitual en los pies de gato de iniciación. El fabricante califica su horma como técnica y lo cierto es que es bastante asimétrica pero sin llegar a ser exagerada. En general me parecen cómodos y aguanto con ellos sin problema el par de largos que por ahora llego a hacer aunque, desde luego, no son lo más adecuado para darse paseos a pie de vía mientras observas los progresos de los compañeros. Me gusta especialmente la lengüeta acolchada y los cordones hasta la puntera, que facilitan enormemente regular el ajuste dependiendo de las circunstancias (De hecho creo que continuaré con este sistema en mis próximas adquisiciones). Yo los he utilizado como pies todoterreno, tanto para adherencia como en regletas, aunque es en estas últimas donde creo que funcionan realmente bien. En adherencia no termina de convencerme las sensaciones que transmiten aunque creo que se defienden decentemente. Sin duda en lo que me están sorprendiendo más gratamente es en su durabilidad. Este modelo en concreto monta una suela Vibram que, tras un año y medio de uso, sigue en un estado bastante aceptable, más teniendo en cuenta que otros compañeros, ya han tenido que recauchutar los suyos, supuestamente de marcas más prestigiosas con el mismo tiempo e incluso menos uso.
En definitiva, creo que son una excelente opción por su relación calidad precio (hace un par de años creo recordar que pagué por ellos unos 39 o 40 euros, con un descuentillo incluido) y unas prestaciones más que sobradas para un usuario novel como es mi caso.

TALLA: EU 34-50 (y ½ tallas)
HORMA: Técnica.
CORTE: Serraje afelpado curtido en vegetal.
TENSOR: Si.
FORRO: En lengüeta y planta.
RIGIDEZ: Media-Alta.
SUELA:Pala Vibram.
PESO: 440 gr./par
USO: Regletas, Fisuras y Alta precisión.

*Ficha técnica e imagen tomada de la página del fabricante

domingo, 2 de enero de 2011

Año Nuevo en Peñalara

Una vez medio superados los recientes excesos de Año Nuevo y como paréntesis antes de los próximos de Reyes, unos cuantos miembros del grupo (Eva, Maranta, Silvia, Manu, Dani, Jesús y un servidor) decidimos acercarnos a estrenar el año con una clásica entre las clásicas: Peñalara por la Laguna de los pájaros y Risco de Claveles.

De Peñalara 02-01-2011

Partiendo desde Cotos, donde ya se habían reunido un buen puñado de montañeros, paseantes, aficionados al trineo y catadores de caldo de Venta Marcelino; comenzamos la subida por la archiconocida senda de la Laguna Grande que, en esta ocasión, de pisada que estaba, más parecía una pista de patinaje que un camino y que al final resultó ser la parte más peliaguda del recorrido. Aunque el día comenzó con un solecillo prometedor, poco a poco empezaron a entrar nubes que fueron cerrando el panorama y privándonos de las estupendas vistas de la zona, aunque no lo suficiente como para hacernos desistir de nuestro propósito. Por el camino pudimos ver, no sin cierta envidia, como otros grupos emprendían la subida a Peñalara por las diferentes canales que la bordean pero, en esta ocasión nos aguantamos las ganas y continuamos tranquilamente con nuestro objetivo original , entre otras cosas, para no terminar nuestra excursión casi a la hora del aperitivo.

De Peñalara 02-01-2011


Alcanzamos así la laguna de los Pájaros, que en esta ocasión se encontraba completamente helada, para emprender la subida hacia Claveles con una niebla cada vez más cerrada y con suficiente hielo como para decidir prudentemente bordear Claveles sin enfilar la cresta directamente.
Ya en Peñalara, nos esperaba como es costumbre, una auténtica convención montañera y una brisilla tirando a gélida que nos quito las ganas de prolongar el momento del avituallamiento más allá de lo necesario.

De Peñalara 02-01-2011

De bajada a Cotos, la espesa niebla y un par de despistes motivados por la animada cháchara que nos traíamos, nos obligo a tirar del GPS de Jesús para no terminar tomándonos las cañas en La Granja. Por suerte, rectificamos a tiempo y pudimos por fin brindar por el nuevo año, por todas las montañas que hemos subido juntos y por las ¡¡MILES!! que nos quedan aun por subir.

¡¡¡¡FELIZ AÑO!!!!