miércoles, 30 de mayo de 2012

La "Fácil" de Nadia

San Rafael-Cueva Valiente-La Salamanca-Cabeza de Lijar-San Rafael

En esta ocasión, la ruta planeada fue por la zona de San Rafael y el Espinar. Una ruta fácil y amena, solicitada por algunaos miembros del grupo y que creó una gran espectación en los foros.

A la hora indicada, estábamos esperando más o menos los de siempre en una explanada a las afueras de San Rafael, cuando comenzamos a distinguir una marabunta que se nos acercaba. Cuan sorprendidos quedamos cuando pudimos comprobar que todos se sumaban a la ruta planeada.



Finalmente y por hacer más amena la prensentación de los que fuimos, los dividiré en cuatro grupos:

En el apartado "Los de siempre": Eva, Jesús, Maranta, Pablo y Paco
En la zona "Viejas glorias": Skylark, David García, Irene, Nadia, Manu, Jose y Miguel.
Por la parte de "Novatos y nuevos descubrimientos": Araceli y Taber.
Y finalmente de la parte "Amigos engañados, familiares y semejantes": Yolanda, Arianne,  Iván, Elena, Fran y Miguel.

La ruta comenzó de manera cordial y agradable con un ligero paseo por los pinares de repoblación de la vertiente castellana de la sierra de Guadarrama, hasta que en una vifurcación del camino, los que iban delante decidieron que les gustaba más la opción en bajada y hubo de llegar Jesús, con su inseparable GPS para indicarnos que, nos gustase o no, la ruta que teníamos marcada iba por la pista ascendente.

De Cabeza Lijar-Taber

A partir de ese punto, el grupo, con su habitual dinamismo, comenzó a estirarse cual pelotón ciclista. Cada uno a su modo iba ascendiendo por la pista en subida cada vez más pronunciada. Las modalidades de subida fueron de lo más diverso. Los más entrenados iban marcando el paso delante; había quien subía al tran tran; también hubo quien prefirió hacer un fuera de pista (Paco, ¿quién iba a ser si no?); algunos se decidieron por la modalidad "mentar la madre del/la organizador/a" y mi especial admiración hacia el paso montañero de Skylark, que despacio y a su ritmo, pero imparable cual Juggernaut, llegó hasta la cima.

De Cabeza Lijar-Taber

Varias paradas después, todo el grupo llegó a coronar el pico de Cueva Valiente, donde paramos para tomar el primer refrigerio y, parte de la sección femenina, echar lo que ellas denominaron la "primera siesta", cual lagartijas al sol.

De Cabeza Lijar-Taber

Cuando creimos que tocaba continuar nuestro camino, paramos en el refugio del pico, recientemente restaurado y más limpio de lo que recordábamos, y aprovechamos para comprobar cuantos cabíamos en una de las salas del mismo. El recuento oficial fue 18 de 20, pero creemos que podríamos haber entrado todos y todas.

De Cabeza Lijar-Taber

Tras este parón lúdico-festivo en el refugio, continuamos nuestra pateada en alegre bajada hasta el collado del Hornillo. Durante la bajada tuvimos un pequeño accidente en el que Miguel se lastimó la mano. Menos mal que Paco saco rápidamente el botiquín y lo solucionó sin mayor problema.

En la zona del collado del Hornillo hubo una selección natural dentro del grupo; guiados por Paco y Jesús, Araceli, Maranta, Eva, Pablo y el que suscribe estas lineas, aprovecharon para desviarse y subir al pico de La Salamanca y ver el refugio del mismo nombre, mientras el resto del grupo era guiado por la pista hasta la cima de Cabeza Lijar, donde nos juntamos todos para intercambiar las delicatesen culinarias de los distintos asistentes. Una vez más, triunfaron las almendras y dulces de Paco, acompañadas eso si, de diversos chocolates que fueron rotando entre los allí presentes.

De Cabeza Lijar-Taber

Echamos bastante tiempo en la cima, hasta que nuestros estómagos comenzarona apedir cerveza, momento en el cual reiniciamos la marcha, esta vez ya de regreso hacia San Rafael, siguiendo el track que tenímaos previsto. Este (el track) nos deleitó con una bajada por la directísima, entre pinares, donde tubimos que utilizar al vieja técnica denominada "A saco Paco" y más de uno se preguntó si el Paco al que hace referencia la técnica no sería el de nuestro grupo.

Aunque algunos asistentes tuvieron ligeras dificulades en la bajada, el grupo, como viene siendo habitual, mostró parte de lo que es su ADN básico, la solidaridad entre montañeros, ayudando y esperando a los que lo requirieron, hasta completar felizmente la ruta propuesta.

De Cabeza Lijar-Taber

Desde aquí ya fue lo habitual: cervecitas, muchas, como no podía ser de otra manera; abrazotes, tambien muchos y un "nos vemos en la próxima".

Espero que lo disfrutaseis al menos como yo.

Taber

martes, 29 de mayo de 2012

Ensayo general por la Maliciosa

No deja de ser curioso lo que puede dar de sí una apacible jornada de domingo cuando hace buen tiempo y se disfruta de la montaña y de la buena compañía. Pero bueno, a estas alturas esto no debería sorprenderme. Y eso que el dia comenzó con cierta falta de participación ante la proposición de Pablo para una nueva sesión de entrenamiento de las suyas (seguramente habría tenido más éxito de convocatoria si no estuviera tan fresca en la memoria de la gente la crónica del pasado entrenamiento que hicimos el día de S. Isidro). El caso es que sólo Jesús y yo acudimos a la llamada para solidarizarnos con Pablo y acompañarle en las alegrías y las penas por esos montes de Dios.


Habida cuenta que las pruebas en cuestión se iban a celebrar en menos de cinco días vista, Pablo había propuesto una sesión de entrenamiento que reprodujera lo más fielmente posible las condiciones que le iban a exigir, a saber: mochila bien cargadita (10 Kg mínimo, sin contar avituallamiento líquido ni sólido) y ruta de 15 Km y 1500m de desnivel a realizar en un tiempo no superior a 4 horas y media..., lo que se dice un paseo no demasiado tranquilito, vamos.


De Entrenamiento Barranca

Así pues, allá que nos presentamos los tres con el ánimo a tope en la Barranca, donde ya se congregaban numerosos andarines, ciclistas y corredores de a pie.  Empezamos a andar a las 9:00 con intención de subir a la Maliciosa por la famosa senda del arroyo de las Tijerillas, uno de los tramos de la sierra madrileña con mayor desnivel concentrado en poca distancia (aproximadamente algo menos de 900 m en unos 3 Km). Tras juguetear un poco con los arbustos (al más puro estilo de Jesús, dicho sea de paso) dimos al fin con la senda buena de subida y no tardamos en romper a sudar la gota gorda, como tocinos puestos al sol, al encarar las rampitas más suculentas del Tijerillas (sí, ésas que tantas buenas historias han dejado en nuestro recuerdo). Huelga decir que cuando llegamos arriba empapados en sudor ya teníamos las piernas bien maduritas y que Pablo empezaba a arrepentirse de su gran idea de cargar la mochila a reventar con todos los cacharros de escalada que pudo encontrar.


De Entrenamiento Barranca

Bien, la Maliciosa aún tendría que esperar un poco, pues en vez de subir directamente desde donde nos encontrábamos la idea era la de dar una pequeña vueltecilla para incrementar el kilometraje y el desnivel de la ruta. De manera que allá que tiramos hacia el collado del Piornal para subir después a Bola del Mundo, bajar al collado de las Guarramillas y subir de nuevo al cerro de Valdemartín. A pesar de que en la cuerda corría un vientecillo fresco y agradable, cada subida suponía romper de nuevo a sudar a base de bien. A partir de aquí giramos hacia el sur recorriendo la Loma de Valdemartín haciendo slalom con los piornos y bajamos más trastabillando que trotando hasta el PR-18 que discurre junto al joven Manzanares, el cual venía bien surtido de los ya escasos neveros que aún sobreviven milagrosamente en el Ventisquero de la Condesa.

De Entrenamiento Barranca


Cruzamos el río un poco antes de llegar al puente de los Manchegos y enfilamos todo directo para arriba por una serpenteante senda que sube directamente al collado de las Vacas. Tras una brevísima parada para tomar algo sólido enfilamos la endiablada, interminable y cien veces maldita subida por el PR-16 que va a la cima de la Maliciosa (sí, lo sé, admito que siento una cierta animosidad personal hacia este tramo en particular, el cual siempre se me atraganta tanto de subida como de bajada). En fin, que tras penar lo nuestro conseguimos pasito a pasito llegar arriba del todo de la Maliciosa y contemplar el paisaje acompañados de la acostumbrada y nutrida variedad de personajes de toda condición que suben hasta allí.

De Entrenamiento Barranca
El cronómetro seguía sin descanso, así que no tardamos mucho en volver casi corriendo por las pedreras (actividad que también formaba parte del entrenamiento de Pablo) de vuelta al collado del Piornal para tomar la senda que baja hasta la fuente de la Campanilla (por cierto, aquí nos encontramos a bastante más gente que en la subida por el Tijerillas). Aunque llegamos de vuelta al párking de la Barranca a las 14:00, antes habíamos conseguido completar el Km 15 de la ruta dentro del tiempo previsto (aunque sólo con 3 minutos de sobra de las 4 horas y media estipuladas, pero, eso sí, sobrados de desnivel). Bravo, chavales. 

De Entrenamiento Barranca
Ahora tocaba la más que merecida rehidratación (y además muy necesitada después de lo que habíamos sudado durante toda la santa ruta). Para ello nos dirigimos a Becerril donde habíamos quedado con Eva, Goyo y Silvia para tomar las cervecillas de fin de ruta de rigor en buena compañía. El caso es que en la plaza del pueblo fuimos a dar con una terracita en la que se estaba la mar de bien, tanto que las rondas empezaron a sucederse una tras otra hasta un total de cinco (es que había sed), de tal modo que casi pasamos de tertulia más tiempo que de ruta. Sobra decir que hemos fichado el lugar para futuras ocasiones porque, tras cinco rondas de jarrotes de cerveza y refrescos varios con sus correspondientes tapas salimos a algo menos de 10 € por cabeza, y todavía la casa nos invitó a una sexta ronda de despedida con tapa incluida. Genial, ideal para dejar de sentir las fatigas de la ruta e incluso olvidar las penurias de la crisis económica.


De Entrenamiento Barranca
Para terminar y como curiosidad para completar tan agradable y curiosa jornada sólo añadir que justo cuando volvía a casa me encontré casualmente bajo el puente de Pacífico con David Santillán que volvía de un viaje (bueno, sería más acertado decir que él me encontró a mi, pues además de que siempre voy con la cabeza en Babia y no me fijo en la gente, se añadía el hecho que los efectos de tanta hidratación en Becerril estaban empezando a hacerse notar en mi vegiga y su control requería de toda mi concentración). Me comentó que ya falta poco para que las obligaciones le dejen tiempo para salir a la montaña. Mejor porque cuantos más seamos, más reiremos, sobre todo con gente como la de este grupo de montaña.

Un xaludote 
 

miércoles, 23 de mayo de 2012

Integral de La Puebla de la Sierra

Distancia: 30 km
Denivel acumulado: 2000 m
Tiempo empleado: 10 h

Había una vez dos montañeros llamados Pablo y Táber que tenían que hacer unas pruebas físicas oficiales para vaya Vd. a saber qué historias raras en que se querían meter. Como deseaban estar en buena forma para dicha prueba, decidieron con muy buen criterio aprovechar la fiesta de S. Isidro para salir al monte a hacer una ruta de entrenamiento. La cosa prometía ser interesante, con porrón de kilómetros y de metros de desnivel, por lo que Jesús y Paco, dos montañeros gustosos de las rutas que suponen un buen reto para las piernas, decidieron acompañarles voluntariamente. Finalmente también se apuntó a la fiesta otro Pablo, un amigo de Táber que quería experimentar en carnes propias las consecuencias de hacer una ruta de tal envergadura..., y sobrevivir en el intento.

De Integral La Puebla

En montañismo el término "integral" nada tiene que ver con las matemáticas, sino que más bien se refiere al hecho de patearse a base de bien todos los picos que la vista es capaz de abarcar alrededor de un lugar dado (o sea, se mire por donde se mire, una bestialidad de ruta casi siempre). Dicho lugar suele ser donde comienza y termina la ruta y en esta ocasión se trataba de La Puebla de la Sierra, conocida población en la zona sur de la Sierra de Ayllón.

De Integral La Puebla

Serían algo más de las 10 de la mañana cuando comenzamos a andar, eso sí, tras haber realizado el segundo desayuno de rigor para aprovisionar fuerzas en el bar de la plaza del pueblo. Siguiendo el camino junto al arroyo de la Puebla en dirección sur, fuimos avanzando hasta conectar con el GR.88 que va por la ladera de la Sierra de la Puebla. Nuestra intención era recorrer las cimas de todos los picos de dicha sierra, así que pronto dejamos el GR y atacamos la ladera directamente por una senda que subía entre pinos y piornos hasta llegar a la cuerda. Desde allí arriba las vistas de todo el valle eran espectaculares y aprovechamos para tomar un bocado y tomar conciencia de que después de casi dos horas andando y sudando todavía no habíamos hecho practicamente nada de la integral.

De Integral La Puebla
Nos encaminamos en dirección noreste por la cuerda y llegamos al pico de la Centenera, eterno pendiente del grupo que por fin caía en la saca. Tras una (algo menos que) alocada bajada en dirección norte llegamos a una sucesión interminable de pequeñas subidas y bajadas por un cresterío de pizarra y nos pusimos a risquear con gran entusiasmo como cabras hasta llegar practicamente al pico de la Tornera, en cuya cima paramos para comer. Ni qué decir tiene que nos estaba haciendo un día de sol fabuloso refrescado por una suave y agradable brisa que nos acompañó durante casi toda la jornada (y menos mal porque en toda la cuerda no hay protección alguna frente al sol ni posibles fuentes para rellenar las cantimploras en caso de hacer demasiado calor).

De Integral La Puebla

Desde la Tornera el camino discurría bastante menos accidentado por la cuerda hacia el Collado Llano primero y el Collado de las Palomas después, así que pudimos avanzar con más rapidez y recuperamos buena parte del tiempo empleado en el cresterío. A estas alturas la piernas ya empezaba a acusar cualquier subidita por pequeña que fuera pero continuamos la marcha alegres, contentos y felices hasta el Porrejón, sabedores de que ya quedaba menos para terminar. En la cima del Porrejón nos encontramos con las dos únicas personas de toda la ruta. Se trataba de dos radioaficionados probando una laaaaarga antena de onda corta. Nosotros seguimos adelante hasta el Puerto de la Puebla..., y más allá aún, hacia la Peña la Cabra. Cada cual como pudo (unos mejor y otros no tanto después de tanta paliza) fuimos llegando a la cima y contemplamos con gran estupor hasta donde abarcaba la vista todo el camino que habíamos recorrido ya desde que empezamos por la mañana (qué lejos parecía eso).

De Integral La Puebla

Pero aún no habíamos terminado y, a pesar de que algunos queríamos morirnos allí mismo, teniamos que seguir adelante y eso hicimos. Aunque parezca increible, en vez de bajar directamente al pueblo (que lo teníamos allí mismo frente a nuestros ojos) fuimos en dirección sureste con intención de seguir con la integral hasta sus últimas consecuencias. A esas alturas uno activa el piloto automático y se pierde la noción del espacio y el tiempo, así que no sabría decir si llegamos al Cerro de las Cabezas o incluso al Cerro Larda cuando ya decidimos por unanimidad que se nos estaba haciendo demasiado tarde si queríamos volver al pueblo con algo de sol. Así que optamos por pillar un cortafuegos primero, luego un bosque de pinos y después una pedrera, todo para abajo directamente, hasta llegar por fin, ahora sí que sí, a La Puebla. Como hacía ya bastante que habíamos agotado el agua que llevábamos, recibimos con gran regocijo y satisfacción las jarras de cerveza y demás bebidas que nos tomamos en el mismo bar que por la mañana, más de diez horas antes. Ni qué decir tiene que llegamos a Madrid pasadas las once de la noche, con el cuerpo pidiendo a gritos una cama para dormir y sin una puñetera pizca de ganas de currar al dia siguiente...

De Integral La Puebla

En resumen y para terminar, sólo decir que cualquier ruta que suene a "integral de algo" promete el dudoso disfrute de una buena palicilla seguido de varios días ni en pena ni en gloria hasta volver a la normalidad. He dicho.

De Integral La Puebla

Un xaludote

sábado, 19 de mayo de 2012

Por el Castañar del Tiemblo

Hacía tiempo que no les veíamos en acción. Pero lo logramos. Sí, por fin, conseguimos sacar a David e Irene de casa para volver al monte. Llegó el día del reencuentro con la montaña.

Para la ocasión planeamos una ruta intermedia, no era cuestión de pegarnos un palizón el primer día. Así que decidimos recorrer el Castañar del Tiemblo y realizar la ascensión al pico Casillas, de 1768 metros.

Comenzamos en el área recreativa del Regajo, donde abandonamos el coche. Desde allí, nos acercamos en poco tiempo al refugio abovedado del Castañar, en perfecto estado. La verdad es que este refugio se encuentra en un entorno privilegiado y dan ganas de acercarse hasta aquí a pasar una noche cualquier fin de semana. Hay sitio para muuuuchos!

De Abril de 2012 - Pico Casillas

Muy cerca del refugio se encuentra el "Abuelo", un castaño conocido en la zona por sus dimensiones y por haber servido de refugio a la gente del lugar en época de tormentas. Parece ser que fue víctima de un incendio o algo similar y se encuentra un poco deteriorado. Aún así, sigue destacando dentro del castañar.

De Abril de 2012 - Pico Casillas

Continuamos la senda que nos dejaría fuera del castañar después de casi una hora para comenzar a ascender por la cuerda principal. Aquí encontramos un camino bastante deteriorado que nos llevaría hasta una explanada con buenas vistas del entorno. Desde aquí, se alcanza la cima del Pico Casillas en apenas 10 minutos. Este pico goza de amplias vistas que permiten observar si el día no lo impide (en nuestro caso lo impidió) si existe nieve aún en la zona más oriental de Gredos.

De Abril de 2012 - Pico Casillas

Se acercaba la hora de comer y elegimos para la ocasión los alrededores del Pozo de la Nieve. La zona se encuentra muy verde en esta época del año lo cual lo convierte en un sitio ideal para comer. Allí nos echamos algunas fotos y descansamos tranquilamente.

De Abril de 2012 - Pico Casillas

Desde aquí descendimos con tranquilidad, perdiendo en ocasiones la senda pero recuperándola minutos más tarde. Finalizamos la jornada después de unas 5 horas aproximadamente de ruta.

Al final resultaron unos 12 kilómetros de distancia y un desnivel cercano a los 700 metros de desnivel. ¿El premio final? Pues en el bar las Brasas de Villaviciosa de Odón con unas jarritas frías y buenos alimentos.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Se acabó la nieve... por ahora

Vista la buena racha de la que veníamos disfrutando últimamente, este domingo decidimos salir a ver si, como quien no quiere la cosa, volvíamos a pasar un soleado día de nieve en pleno mes de mayo. Pero tanto va el cántaro a la fuente que... ni soleado día, ni apenas nieve.

De Mujer muerta
Como de pisar nieve se trataba, decidimos dirigimos a la Mujer muerta desde el área recreativa de la Panera y pasar un buen rato paseando por encima de los 2000 m. Para esta ocasión nos juntamos Jóse, Jesús, Marcos, David Santillán y el que suscribe. Y ¡¡efectivamente!! como bien habréis observado, la primera ruta en mucho tiempo sin una sola representante del género femenino.

De Mujer muerta
Compungidos por tan notable ausencia, en lugar de mantener varoniles conversaciones a base de "furgol", coches, mujeres, cerveza y comilonas, (estos dos últimos temas son comunes a cualquier ruta que se precie) emprendimos más meditabundos de lo habitual, nuestra caminata hacia el puerto de Pasapán, donde, para acentuar tan melancólico ambiente, nos vimos rodeados de una ligera bruma que no nos abandonaría prácticamente hasta la Pinareja.

De Mujer muerta
Entre girones de niebla hicimos una pequeña parada en la Peña del Oso, donde repusimos fuerzas y continuamos camino pasando por los últimos neveros de la zona, formados por un "pastujo" la mar de incómodo que nos hacía meter la pata de continuo en los huecos ocultos entre roca y roca. Con este incómodo panorama, decidimos pasar lo más rápido posible por la Pinareja y enfilamos hacia las verdes praderas del collado de Tirobarra y las, por fin, "secas" pedreras del Montón de trigo. Una vez en la cima, sofocados por el comienzo del calorcillo de mediodía, decidimos parar a comer mientras disfrutábamos de las bonitas vistas de la meseta castellana que comenzaban a surgir entre nube y nube.

De Mujer muerta
Desde allí, la lista de picos del día continuaba con el cerro Minguete, Peña Bercial y Peña del Águila pero, por cuestiones de horario, decidimos hacer un ligero reajuste en el collado de la Marichiva y bajar de nuevo hacia el Valle del rio Moros, con visita incluida al embalse del Tejo, para calmar las profunda deformación profesional que venía sufriendo David desde el comienzo de la jornada.

De Mujer muerta
Tras una larga pista y alguna carrerita que otra, llegamos un tanto perjudicados al coche para salir escopetados hacia la estación del Espinar donde, abandonados por nuestras compañeras de andanzas, no nos quedo más remedio que darnos a la bebida.... solos!!
Por cierto, las tapas de "La terraza" mantienen un nivel sobresaliente: de primero choricitos a la sidra y "decosntrucción" de patatas alioli para terminar.

martes, 8 de mayo de 2012

...Y continúa en Mayo

El pasado martes 1 de mayo, tras debatir entre acercarnos a Gredos a subir el Almanzor o bien a la Sierra del Ayllón a ascender al Pico del Lobo, nos decantamos por este último. No fue la grandeza o la dificultad del Almanzor lo que nos amedrentó, sino el mal tiempo que se avecinaba. Y es que parece que el invierno ha llegado bastante tardío a nuestras latitudes.

De Pico del lobo
 A las ocho de la mañana quedamos Maranta, Jose, Pablo, Dani, Marcos y servidor para llevar a cabo la empresa. Tras aparcar los coches en la estación de esquí de la Pinilla y observar la muchedumbre que merodeaba por los alrededores, comenzamos la ascensión por una de sus pistas. El comienzo se presentó con una fuerte pendiente sin apenas nieve, pero a unos pocos cientos de metros comenzamos a pisar lo que tan ansiosamente hemos esperado durante todo el invierno: la preciada nieve.

De Pico del lobo
Seguimos ascendiendo hasta alcanzar uno de los remontes de la estación, a partir de donde nos acompañaron durante un tramo un grupo de Guardas Civiles con esquís de travesía. Más adelante, nos separamos de nuestra compañía para tomar una canal hacia la cuerda de la sierra que nos condujo hasta la cima.

De Pico del lobo
Allí tomamos un refrigerio en compañía de otros montañeros que como nosotros, habían decidido subir al techo de la provincia de Guadalajara. Tras la merecida comida, comenzamos el descenso, continuando por la cuerda hasta un sendero que tras atravesar un pinar finalizaba en la estación de esquí. Y como no puede ser de otra manera, terminamos el día tomándonos unas merecidas cervezas en Riaza.

David Santillán