domingo, 30 de diciembre de 2012

Senda de los Gavilanes

Desnivel: 1000m aprox.
Distancia: 19.3 km
Dificultad: Moderada
Tipo de ruta: circular


Finalizada la temporada de setas y de oníricos paisajes otoñales, que mejor forma de volver a la realidad que a base de una contundente y dura ración de granito del Guadarrama. Para ello, nada mejor que volver a los laberintos de la Pedriza, donde siempre hay un hueco, una trepada, un sendero o un extravío por el que hace tiempo que no se transita.
Pero, para que el paso del sueño a la realidad no fuera tan brusco decidimos tomarlo de soslayo, entrando por la puerta de atrás y como quien no quiere la cosa. Así que elegimos la senda de los Gavilanes que transcurre practicamente por el límite en el que la Pedriza pierde su nombre para convertirse en la Sierra del Francés.


Nuestro camino comienza en el inevitable aparcamiento de Canto Cochino donde, Irene, David S., David B., Paco, Jesús, Jose y un servidor nos reunimos bien temprano para espavilarnos con las gélidas temperaturas de la mañana. Comenzando por al archiconocida senda que transcurre por la orilla izquierda del Manzanares, alcanzamos la Charca Verde desde la que se toma otra senda hasta toparse con el arroyo de los Hoyos de la Sierra, que hay que cruzar justo en el punto en el que se une con el Manzanares, con cuidado de no pasarse pues, de otro modo, subiríamos por la senda de la Mina.


Desde el puente de los franceses ya solo queda ir cortando la pista de las zetas por una senda bien marcada mientras se disfruta de las impresionantes vistas del pajarito,  la cuerda de las Milaneras y tres cestos sin dejar de visitar el tejo centenario y el arrollo del Chivato, en el que aprovechamos para hacer una paradita, picar algo y darle un poco a la fotografía conceptual.


La senda propiamente dicha comienza en la siguiente curva de la pista, cruzando a la vertiente derecha del arrollo y siguiendo los hitos que sin demasiada complicación, van ganando altura y dejan el bosque para dar paso al piorno, el enebro y la solana de un caluroso día de otoño, que a esas alturas nos obligaba a ir soltando abrigo para evitar un soponcio generalizado. Poco a poco la senda va girando hacia las torres de la Pedriza atravesando arrollos y praderas empapadas por el deshielo de las primeras nevadas de diciembre. Tras un último esfuerzo, alcanzamos el collado del Miradero, en el que hicimos la parada principal para comer algo mientras Paco, Dabid S. y José se encaramaban a algún pedrusco cercano para contemplar las vistas.


Tras el descanso, tomamos el PR-m2 hacia Cuatrocaminos donde, ante la soporífera perspectiva de tener que recorrer por enésima vez la autopista de la Pedriza, decidimos apurar la jornada girando hacia el puente de los pollos mientras las últimas luces del día coloreaban las placas de granito del Pájaro y el Yelmo como si fueran descomunales dunas de arena rojiza en las que, pese al frío, daban ganas de tumbarse a tomar el solecito. Disfrutando de tan estupendas vistas enfilamos el PR-m1 para alcanzar ya casi de anochecida el aparcamiento de Cantocochino y las ansiadas cervezas de final de ruta.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Otoño de carreras

Estos últimos meses algunos hemos andado algo desconectados del mundo de la montaña, aunque no del deporte. En este caso hemos continuado con nuestra afición a las carreras. Aunque no disponemos de fotos tan chulas como las de las últimas rutas, os vamos a dejar aquí algunas de las que tenemos de nuestras carreras.


Durante los meses de Septiembre, Octubre y Noviembre, Nadia y Ariane han corrido prácticamente todos los domingos. Y en Diciembre más o menos igual, aunque no en carreras oficiales sino más bien en largos entrenamientos por diferentes puntos de Madrid. La idea era correr por algunas de las zonas más chulas de la capital y estuvimos entrenando por Madrid Río, paralelos al Manzanares, por los parques de Leganés, etc.






Como carreras más destacadas, sin duda, la Media Maratón de Moratalaz, disputada el 11/11/2012, en unas condiciones perfectas de temperatura. Una carrera a la que llegamos con los entrenamientos justos, pero en la que logramos realizar nuestros mejores tiempos hasta el momento. Gran parte "de culpa" la tuvo el hecho de marchar con unos amigos que nos llevaron a un fuerte ritmo, pero con los que marchamos hasta el kilómetro 12 aproximadamente. Gracias a ello, los tiempos que marcamos fueron bastante más bajos de lo habitual.



En Diciembre acudimos a la Carrera Decathlon, al lado de casa, en Alcorcón. Unas semanas antes nos habían avisado de que esta carrera, de 10 kilómetros, era especialmente llana y adecuada para marcar buenos tiempos. Y con esa última intencion fuimos.



Pillamos un día seco y muy frío. Nos costó entrar en calor un buen rato. A cambio, participamos en una carrera poco numerosa, en la que se corría realmente bien y con recorrido suave y fácil, por el Parque Oeste de Alcorcón.



En mi caso logré bajar de 50', marca que llevaba persiguiendo desde hace tiempo. Nadia y Ariane también lograron marcar excelentes tiempos, en ambos casos, logrando su mejor marca hasta la fecha.


A continuación los tiempos marcados:

Media Maratón Moratalaz - 11/11/2012
Manu: 1h 49 min 42 seg
Nadia: 2h 03 min 51 seg

Carrera Decathlon Alcorcón - 10 kms - 02/12/2012
Manu:   48 min 36 seg
Nadia:  52 min 07 seg
Ariane: 55 min 34 seg

Saludos

domingo, 16 de diciembre de 2012

Estreno de la temporada invernal en Peñalara

Hola, ¿qué tal?
Ya han caido las primeras nieves tempraneras de la temporada invernal. Como no podíamos más con nuestras ansias de pisar nieve, el pasado dia 6 nos acercamos a Cotos para comprobar cuánto había nevado. Lo cierto es que nos encontramos con bastante más nieve de lo esperado, no una enormidad como en pleno invierno, pero sí la suficiente como para disfrutar bien de ella desde el mismo momento de salir del coche, pues había hecho un frio majete y estaba toda congelada.


A las 8 empezamos a andar en dirección a la Laguna Grande de Peñalara. El plan original era seguir hasta la Laguna de los Pájaros y coger allí el PR 32 que va por la cuerda hasta el pico del Nevero. Pero en llegando a la Laguna Grande nos dejamos engatusar por la primera canaleja que apareció ante nuestros hambrientos ojos y no pudimos resistir la tentación de subir por ella. Así que nos calzamos los crampones y pim-pam-pum acabamos en la cuerda de Peñalara un pelín más al norte de Dos Hermanas. Con la nieve congelada se subía de maravilla, pero no era recomendable salirse de la zona central de la canal, pues la capa acumulada aún no era muy gruesa y podía ceder al peso si estaba hueco debajo.


Arriba pegaba el viento bien fuerte y la sensación térmica bajó bastantes grados. Además, nos metimos en las nubes que permanecían enganchadas en la cumbre y la visibilidad se redujo a unas pocas decenas de metros a nuestro alrededor. En esas condiciones seguimos adelante hasta la cumbre de Peñalara, donde estaba todo cubierto de plumones de nieve congelada que forma la humedad del ambiente con el frio viento. Seguimos adelante por Claveles, pero como no había aún nieve suficiente no pudimos seguir por el paso de arriba y tuvimos que bordear las congeladas rocas por la ladera norte. Así, en medio de la ventisca, sin visibilidad ni referencia visual alguna seguimos cuerda adelante por el PR 32 lo mejor que pudimos (al ser tan ancha la cuerda y no ver ni torta era difícil saber si íbamos por la parte de arriba o nos habíamos ido un poco ladera abajo).


Bastante antes de llegar al puerto del Reventón nos tuvimos que calzar las raquetas de nieve para poder progresar algo más cómodamente. La capa de nieve congelada formaba una costra dura que casi cubría completamente los arbustos, pero no era lo suficientemente gruesa como para aguantar del todo nuestro peso y nos hundíamos en los arbustos cada dos por tres, maltratándonos las espinillas (tema especialmente doloroso cuando llevas unos cuantos golpes acumulados, ahora ya sé el por qué del dicho ese de "le ha sentado como una patada en las espinillas", por no decir otro sitio aún más sensible). Con las raquetas aún nos hundíamos pero menos (y nos evitábamos los molestos golpes) de manera que la progresión mejoró algo pero seguía siendo fatigosa y lenta.

No sé muy bien hasta dónde llegamos (por lo que tardamos en volver y lo largo que se nos hizo creo que llegamos a pasar el puerto de Malagosto, aunque no sabría decirlo a ciencia cierta), pero ante la falta de referencias visuales y que estábamos hasta las napias de ir dando tumbos por una nieve ingrata que se negaba a sostener nuestro peso, hueca como estaba por los arbustos que había debajo, a la una y pico decidimos darnos la vuelta y regresar. Tras lo que nos pareció una eternidad llegamos al fin a la laguna de los Pájaros y justo en ese momento empezaron a despejarse las nubes, mostrándonos por fin la gloriosa vista del valle del Lozoya y la Cuerda Larga.


Volvimos a Cotos por el camino normal y corriente (PR 15) contemplando con golosa afición las suculentas canales de la vertiente sur de Peñalara, llenas de promesas por cumplir para cuando acumulen la nieve suficiente. Paciencia, la temporada no ha hecho nada más que empezar y las grandes nevadas están aún por venir (cuento con ello, y si no, alguien allá arriba me va a oir). Como no podía ser de otra forma, en los alrededores de Cotos proliferaban como chinches los domingueros que habían subido a jugar y tontear con la nieve. Estaba todo a tope, puerto de Navacerrada incluido. Visto el panorama y con la Venta de Marcelino atestada hasta la bandera, nos fuimos al coche y nos largamos al pueblo de Navacerrada a agasajarnos con una ración doble de picatostes con chocolate, que la nieve cansa mucho y había que recuperar las fuerzas perdidas...

Amigos, queda inaugurada la temporada invernal. Que las nieves nos sean propicias y a disfrutar. Hasta la próxima. Pórtenseme bien hasta mi regreso, ¿eh?
Un xaludote