De Pico Cuartas |
Con la incertidumbre de si encontraríamos nieve suficiente, debido a la tempranera ola de calor que venía afectando a todo el norte peninsular, nos dirigimos a Arbejal, pueblecito a dos kilómetros de Cervera de Pisuerga donde teníamos reservada habitación en Casa Simón, una preciosa casa rural regentada por unos dueños no menos agradables.
A la mañana siguiente, aun con el cansancio del viaje, nos pegamos un buen madrugón para recorrer la hora que nos quedaba de camino hasta el parking de Pino Llano, lugar desde el que se accede a la ruta y que se encuentra a medio camino entre Cardaño de Arriba y Cardaño de Abajo. Por suerte, la amanecida nos pilló a la altura de Triollo lo que nos permitió disfrutar de unas estupendas vistas de la cara sur del Curavacas, el embalse de Camporredondo y, por fin El Espigüete que, aunque pelado de nieve en su lado sur, permitía entrever que en la cara norte la situación podía ser algo mejor.
De Cara norte del Espigüete |
Una vez cargados con todo lo necesario y con una temperatura casi veraniegas, pusimos dirección a la Cascada de Mazobres recorriendo toda la falda del Espigüete por la cara norte, lo que nos permitió ir viendo el estado de las distintas canales que la recorren y, de paso, provocándonos auténticas taquicardias como a dos niños frente al escaparate de una pastelería. Después de echar unas fotos a la cascada, y tras algún despiste que otro, logramos encontrar los hitos que ascienden en dirección a la sima del anillo, donde por fin comenzamos a pisar nieve de verdad.
De Cara norte del Espigüete |
De Canal Norte Espigüete |
Tras otra paradita para cumplir con el ritual de disfrazarnos de alpinistas, encaramos las primeras rampas que, por suerte, estaban cubiertas de una nieve primavera lo suficientemente decente como para que no se hiciera la cosa demasiado dura. Resguardados por los impresionantes muros de caliza que flanquean toda la subida por el lado este, continuamos ascendiendo por una pendiente que poco a poco va ganando inclinación aunque sin mayor dificultad. Al alcanzar los resaltes rocosos que dan paso a la travesía horizontal, es cuando la pendiente comienza a acentuarse y mirar hacia abajo ya empieza a dar que pensar. Aunque este tramo continua sin ser difícil, a partir de aquí simplemente está prohibido cualquier resbalón. En esta ocasión la travesía no tenía demasiada nieve acumulada, lo que la hacía menos inclinada y suficientemente cómoda como para parar a echar un trago y contemplar unas estupendas vistas de la zona de las Agujas de Cardaño, Tres provincias, Peña Prieta y aun más lejos, Picos de Europa.
De Cara norte del Espigüete |
De Canal Norte Espigüete |
Después de la travesía, vuelta para arriba por una preciosa pala de nieve que, por la altura a la que se encuentra y por estar en sombra, presentaba una nieve perfecta para disfrutar de verdad de la subida. Otro cantar sería la salida a la zona alta, donde el sol pegaba sin piedad y la huella se hundía casi hasta la rabadilla. Por suerte, solo nos tocó sufrir unos poco metros y pronto alcanzamos la preciosa arista cimera desde la que fácilmente se accede a la cima principal.
De Cara norte del Espigüete |
Después de las fotos de rigor y de un breve refrigerio, decidimos, tras superar alguna que otra duda, alargar el día recorriendo toda la arista en lugar de bajar por el mismo corredor y así de paso echar un vistazo a la salida del corredor noreste, que ya desde abajo se veía especialmente interesante.
Una vez metidos en faena, el tramo más entretenido es el que separa la cima principal de la cima este, en el que encontramos un pequeño resalte que no quedó más remedio que flanquear por una pala de nieve que, francamente, te los ponía un poco de corbata.
De Cara norte del Espigüete |
Ya en la cima Este, encontramos la excusa perfecta para volver a visitar esta pedazo de montaña y es que simplemente quedamos enamorados del corredor Noreste que sale prácticamente a la misma cima y que tiene unas últimas rampas de auténtico vértigo. Desde aquí todo fue un sube y baja continuo, a ratos pisando nieve y a ratos trepando y destrepando pequeños resaltes de roca más entretenidos que difíciles.
Para bajar decidimos encarar las palas de nieve que salen a la izquierda del corredor Noreste con la intención de llegar a su base y ver más de cerca la entrada al mismo enlazando de paso con la bajada al refugio donde por fin paramos a comer algo y torrarnos un buen rato al sol.
De Cara norte del Espigüete |
Como suele ocurrir en estos casos, cansados pero contentos llegamos al coche sobre las 14:30 y enfilamos dirección a Cervera con parada en Triollo para echar un vistazo a la vía sur del Curavacas que, debido a la falta de nieve, decidimos dejar para mejor ocasión. Ya en Cervera nos acercamos a la terraza del camping para recordar viejos tiempos y someternos a una imprescindible sesión de rehidratación a base de cerveza y refrescos varios.
De Cara norte del Espigüete |
Para rematar la jornada, siesta, duchita, largo paseo por Cervera, algo de cañeo y Entrecot en el mesón Gasolina. Seguro que se pueden hacer mejores cosas en esta vida pero, si esto no es lo más parecido que hay a la felicidad, por ahí le debe andar.
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