Después del magnífico día anterior con la subida por el corredor norte al Espigüete, teníamos planeado subir al Curavacas. Pero después de comprobar que la cara sur estaba pelada de nieve decidimos ir al Pico Cuartas, que desde la subida al Espigüete comprobamos que todavía podíamos disfrutar de un poco de nieve.
Salimos temprano desde Cardaño de Arriba para terminar no demasiado tarde, ya que teníamos el viaje de vuelta a Madrid. Siguiendo el arroyo de Las Lomas, vamos ganando altura poco a poco. Nos cruzamos con el arroyo Valcabe, que hace unos años seguimos para subir al Pico Murcia, pero esta vez seguimos dirección norte. Llegamos hasta un puente en el que cruzándolo iríamos en dirección a las Agujas de Cardaño y el Peña Prieta y seguimos por el arroyo Hontanillas.
Las cimas estaban tapadas por las nubes y se notaba una bajada de las temperaturas con respecto al día anterior. Llegamos, por fin, a la nieve. El primer tramo lo hacemos sin crampones ya que la nieve no estaba demasiado dura. Aun así al rato nos ponemos los pinchos ya que la cosa se empieza a empinar. Al llegar casi arriba decidimos ladear durante un buen rato para llegar a una pala que va directa a cumbre y que tiene más nieve que el camino que llevábamos hacia la cuerda entre el Pico de las Lomas y el Pico Cuartas.
Una vez en la cima la niebla no nos deja orientarnos bien y sufrimos un pequeño despiste que nos hace alejarnos del camino de bajada que teníamos previsto. Una vez que encontramos un buen sitio para perder altura, conseguimos salir de la niebla y corregir nuestro rumbo para volver al camino de subida, y desde allí, con unas vistas impresionantes de la cara norte del Espigüete, llegamos a Cardaño y damos por concluido la visita a la Montaña Palentina, que como siempre nos deja un muy buen sabor de boca y un par de rutas pendientes para la próxima visita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario