Después del día de descanso que tuvimos que tomarnos, casi por obligación, debido al tiempo, tocaba acercar a David hasta la localidad italiana de Oulx desde donde debía tomar el tren para Turín a las 8:30, excusa perfecta para disfrutar de un buen desayuno a base de bollería calentita y unos auténticos capuchinos italianos.
Aunque teníamos aun todo el día por delante, el viaje de regreso al lado francés hacía imposible plantearse una ruta larga, por lo que decidimos decantarnos por la subida al Combeynot, tras comprobar que en algunas guías aparecía denominado como "paseo mañanero". Y, aunque por distancia desde luego no supera la categoría de paseo (5 km), si que lo hace por desnivel (1125 m) y por alguna que otra sorpresa que fuimos encontrándonos por el camino.
Aunque teníamos aun todo el día por delante, el viaje de regreso al lado francés hacía imposible plantearse una ruta larga, por lo que decidimos decantarnos por la subida al Combeynot, tras comprobar que en algunas guías aparecía denominado como "paseo mañanero". Y, aunque por distancia desde luego no supera la categoría de paseo (5 km), si que lo hace por desnivel (1125 m) y por alguna que otra sorpresa que fuimos encontrándonos por el camino.
De Dia descanso |
La ruta comienza en el Col de Lautaret, exactamente en la primera pista que sale a la izquierda según se comienza el descenso hacia la Grave. A los pocos metros se accede a una gran esplanada que da paso a un corto tramo de camino que desemboca junto a una bucólica casa con huerto. Justo al lado de la casa parte un sendero del que poco a poco se va perdiendo la traza según nos adentramos en la pedrera. Nosotros, desde aquí, decidimos tirar todo recto por el Vallon de Combeynot dejando siempre a nuestra izquierda el canal de desagüe del glaciar, que gana en inclinación de forma progresiva según se asciende.
De Combeynot |
Una vez alcanzados los primeros neveros del pequeño glaciar del Combeynot, se puede ver claramente, hacia el lado derecho, la entrada al corredor que da salida hacia un contrafuerte de roca descompuesta por el que transcurre la ascensión. Aunque en la reseña señalaban una inclinación de 30º, no se si por las malas condiciones de la nieve o por la niebla que nos acompañó a partir de ese momento, a nosotros nos pareció que estaba más cerca de los 40º, con la dificultad añadida de que había que enfilarlo por su zona más empinada debido a que las márgenes mas cercanas a la roca tenían un considerable hueco que amenazaba continuamente con engullirnos hasta la cintura.
Precisamente fue este el motivo de la pequeña caída que sufrió Nadia y que, aunque sin más consecuencias que alguna torcedura y unos rasguños, fue suficiente para que decidiera, junto con Manu, dar por terminada la ruta y esperarnos al resto en la zona del glaciar.
De Combeynot |
Una vez pasado el susto, Maranta, Jesús y un servidor decidimos enfilar el último tramo de la subida que consistía en cruzar hacia nuestra derecha el inclinado nevero de nieve sopa que da paso al segundo contrafuerte y que en condiciones invernales aparece marcado como zona expuesta a aludes. Desde aquí ya solo queda enfilar la subida hacia la cresta por una incomodísima pedrera de roca tan descompuesta que se rompe con solo mirarla.
De Combeynot |
Así, un pasito para adelante y otro para atrás y chapoteando con los crampones en al barrillo producido por las tormentas del día anterior, alcanzamos ¡¡por fin!! la fácil y entretenida cresta de roca sólida que da paso a la cima del Combeynot Oeste (3155 m), coronada por un curioso encofrado a base de tablones de madera.
Como premio a tan "guarra" subida, el día decidió recompensarnos con unas espectaculares vistas hacia Briançon al sur, el Galibier al norte y las aun más sobrecogedoras vistas de la zona del glaciar de Lautaret, Pic Gaspard y la Grande Ruine hacia el oeste.
Como premio a tan "guarra" subida, el día decidió recompensarnos con unas espectaculares vistas hacia Briançon al sur, el Galibier al norte y las aun más sobrecogedoras vistas de la zona del glaciar de Lautaret, Pic Gaspard y la Grande Ruine hacia el oeste.
De Combeynot |
La bajada, igualmente guarra pero con el agravante de la caída continua de piedras, la niebla y el lógico empeoramiento de las condiciones de la nieve debido a la subida de la temperatura.
Finalmente nos reunimos con Manu y Nadia a la salida del Glaciar para emprender la vuelta con la sensación agridulce de una preciosa cima y una subida un tanto desagradable.
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