jueves, 27 de agosto de 2015

Adentrandonos en el Pirineo Catalán I - Congost de MontRebei

Hacia ya un largo tiempo que muchos de nosotros no hacíamos una visita como corresponde a Pirineos. En esta ocasión aprovechamos el generoso ofrecimiento de un colega, Ángel, para pasar algunas jornadas por una zona del Prepirineo catalán, muy cercana al aragońes, en el minúsculo pueblecito de Torogó.

La zona es realmente bonita. Allí nos sorprendieron por encima del resto los pueblos de Espluga de Serra y Montañana. Además, desde esta zona se nos ponían a tiro de piedra varias rutas, destacando por encima de todas las localizadas dentro del parque de Aigüestortes. Sin embargo, para el primer día nos dejamos aconsejar por nuestro anfitrión que, con acierto, nos recomendó recorrer el desfiladero del río Noguera-Ribagorzana, bastante cercano al lugar dónde nos encontrábamos.

La ruta contaba con varias partes bien diferenciadas: el desfiladero del río, la estructura artificial de madera sobre el embalse para salvar los desniveles del camino y finalmente un agradable bosquecito de robles en la parte final hasta llegar al refugio de Montfalcó y la ermita de la Pertusa.  

En total una ruta lineal, de algo más de 16 kms recorriendo todo el desfiladero, llegando al refugio de Montfalcó y finalizando en la ermita de la Pertusa. Totalmente señalizado. Sin más, ahí van las fotos.

martes, 10 de marzo de 2015

Picos de Europa 2012

Con un poco de retraso, subo la crónica del viaje de verano de 2012 a Picos de Europa. 
Crónica del primer día fue llegar al refugio de Cabrones desde Camarmeña. Día dos, subir al Torrecerredo y bajar a Caín por la canal de Dobresengos. Día 3, vuelta por el Cares. Fue un gran viaje, aunque quizás ese segundo día fue un poco paliza. Lo suyo habría sido o subir al Torrecerredo en el primer día (no pudimos por lluvia y humedad) o alargar un día más (por ejemplo pasando por el Naranjo) y no enganchar el pico con la canal (y así no tragarse del tirón los más de 2.400 m de bajada).  

En fin, tras esta introducción, publico por fin la crónica escrita en aquel momento, así como fotos de todo el viaje (al final de la crónica). Que disfrutéis del pico y la canal.




Antes de salir, con la cresta del Cabrones.
El domingo 29 de junio de 2012 nos levantamos toda la habitación del refugio de Cabrones (2041 msnm) a las 7 de la mañana. Recogimos todas nuestras cosas (que apenas habían secado desde el día anterior), desayunamos y salimos a disfrutar de un precioso día de sol con un pelín de aire. Comenzamos a caminar a las 8:30, rumbo al sur-este, haciendo una parada en la fuente. Tras una intensa subida, conseguimos salir del Jou de Cabrones para divisar el Jou Negro. En este punto es donde se bifurca la subida al pico Cabrones (donde pudimos ver a buena parte del refugio subiendo) y el camino hacia el Jou de Cerredo, por donde nosotros y nuestros compañeros de cena continuamos. En este tramo se trata de mantener cota sin bajar al Jou, atravesando la pedrera hacia el sureste y dejando siempre al otro del hoyo el Cabrones. Se deja de divisar el pico Cabrones y se llega a una zona más amplia, el Jou de Cerredo. Aquí consiste en seguir avanzando por la pedrera de la ladera hasta divisar el Torrecerredo. El camino poco a poco, se va volviendo más y más empinado, hasta que llega un punto en el que es mejor dejar los macutos, equiparse con el casco y comenzar la trepada al Torrecerredo. Nosotros llegamos a este punto a eso de las 10:30.
Cima del Torrecerredo.
La trepada es sencilla y no muy larga, pero está muy expuesta. Es imprescindible para la ascensión que haga buen tiempo y que la roca esté seca (como fue el día que tuvimos). Además, es muy importante ir siguiendo hitos, ya que la ascensión se podría complicar si no. El descenso, sin embargo, puede resultar algo más complicado, ya que sí que se ve la caída que tiene el pico. No tiene complicación ya que hay muchos agarres y posibilidades.
Hicimos la subida sin mayor complicación, coincidiendo en la cima (2650 msnm) con los compañeros de la cena. Tras unas cuantas fotos y descubrir coincidencias de la vida montañera, comenzamos el descenso.
Bajo el mar de nubes, Caín y el Cares. Frente a nosotros, el Peñasanta (¿para cuándo?). 
Como ya he comentado, el descenso es algo más aparatoso, pero tampoco tiene dificultad.
A eso de las 12:00 ya estábamos junto a las mochilas, comiendo algo para continuar la jornada. En este punto nos despedimos de nuestros compañeros, que tomaron dirección Sotres (noreste). Nosotros, hemos de continuar dirección sureste, para salir del Jou de Cerredo y tomar la canal de Dobresengos.
Para llegar a la canal de Dobresengos desde el pie del Torrecerredo, hay dos opciones: o bajar al Jou (opción sencilla) o rodearlo sin perder cota. Debido al desnivel de la etapa de ese día, nosotros optamos por tomar el camino que no pierde cota. Esta opción tiene la complicación de que hay que ir ladeando por la zona alta de las paredes del hoyo, salvando pedreras, graveras, rocas y neveros (ojo, a finales de julio). Al estar la ladera tan inclinada, alguna zona puede resultar arriesgada. Además, hay que cruzar los neveros (igualmente empinados).
Naranjo de Bulnes sobre el mar de nubes.
Para salir del Jou, hay dos collados que se pueden tomar: collada Bermeja (más directo) o Horcada de Don Carlos (más sencillo a priori). Tras una tensa travesía del jou de Cerredo, alcanzamos la horcada de Don Carlos (2413 m). Aquí abandonamos el Jou de Cerredo, llegando a una amplia zona con roca sólida en la que se pueden tomar varias direcciones. Nuestro objetivo sigue siendo sur, hacia la horcada de Caín (237 msnm). Hacemos una pausa en la horcada de Caín, para disfrutar del mar de nubes a los pies del Naranjo de Bulnes y retomar fuerzas, antes de comenzar la bajada (15:00), por nuestra apreciada canal de Dobresengos.

La canal de Dobresengos es bien amplia, rodeada de imponentes picos (como el Llambrión). La zona alta no tiene pérdida, ya que es una pedrera muy cómoda de bajar (no así de subida), con las zetas ya marcadas. Así, se rodea el Hoyo Grande Cimero, entrando de lleno en el Hoyo Grande Bajero (1843 msnm), donde comienza a haber vegetación. Para salir de esta zona es necesario una pequeña subida (última del día, hasta cota 1925 m) por roca. En este punto, hicimos otro almuerzo, para coger fuerzas para el descenso. Aún estábamos maravillados por la canal.
Tras el canalón (el hueco que se intuye a la derecha).
A partir de este punto, ya todo es bajada. Comienza a haber más vegetación (ojo con la ladera empinada llena de hierba). Por suerte además, ese día alcanzamos las nubes en esta zona. Tuvimos un rato de niebla (ojo con la orientación. En caso de no ver hitos, nuestra experiencia fue seguir hacia la izquierda de bajada). La niebla se despejó (más bien nos dejó abajo) poco antes de llegar al primer bosque. Este hayedo está al borde del precipicio, en una zona bien empinada.Hay que tener cuidado porque tiene mucha humedad y, al haber tanta materia orgánica, el suelo resbala (y sigue estando empinado).  La guía hace una pequeña reseña (hay maderas por el camino, que facilitan el descenso) pero omite mencionar la gran sorpresa: para alcanzar el camino que baja a Caín, es necesario, una vez atravesado el bosque, tomar una empinada bajada a mano derecha (el Canalón). En la cartografía apenas se aprecia, pero esta estrecha bajada es muy empinada, está llena de humedad, no corre ni una gota de aire, está llena de barro y materia orgánica y está llena de obstáculos (árboles caídos, rocas...). Además, es larga (puede salvar unos 250 m). Total, que lo que empezó siendo una divertida bajada sorteando árboles muertos, acabó siendo un coñazo total. No es difícil, pero es fácil resbalar, así que hay que ir con cuidado.

Nada más llegar abajo del Canalón, hicimos una pausa para comer algo y continuamos descendiendo. Jesús y yo no lo vimos y continuamos por el río un rato, pero resulta que hay camino a partir de este punto. David, sabiamente, nos alertó de nuestro error (no digo yo que no sea divertido ir por ahí, pero mejor otro día) y nos hizo volver al camino.
Ya un poco hartos de la canal, continuamos bajando y bajando hasta una fuente con agua (finales de julio) en el camino (800 msnm). Poco más allá de la fuente, hay dos posibilidades para salir de ahí. Una es continuar bajando la canal hasta enganchar con el Cares (opción fácil) y la otra opción es tomar el camino hacia Caín. Nosotros optamos por la de Caín. El camino se arrima a la ladera de la montaña, sin perder mucha cota, hasta divisar Caín. A partir de ahí, para abajo (no tiene pérdida).
Caín asoma a lo lejos.

Este camino no es muy complicado tampoco, pero tiene un pasito, el Sedo Mabro (lo siento, no hay fotos. Mi nivel de hartura ya estaba a tope en ese momento), en el que hay que echar las manos. Seco, no es más complicado de utilizar una escala y tiene buenos agarres. Tras este paso, no queda más que seguir bajando. Entramos a Caín (453 msnm) por el extremo sur, por la carretera, a las 20:30. Sin mayor dificultad encontramos el albergue, descubrimos que no tenemos cobertura móvil (tras una tormenta, se habían quedado sin repetidor), nos duchamos, cenamos, vemos el fútbol y a dormir.

El resumen de la jornada es que fue un gran día y muy completo, en el que el tiempo acompañó plenamente (con lluvia, habría sido un problema ese descenso). Conseguimos nuestros objetivos y, aunque acabamos exhaustos, no nos impidió continuar disfrutando al día siguiente.

Aquí va el plano de la ruta y variantes:



Aquí van mis fotos de los tres días:







Aquí dejo las fotos de Rincewind:



jueves, 25 de septiembre de 2014

Montaña en estado puro: HOCES DEL DURATON


HOCES DEL RIO DURATON:

Sábado tranquilo de noviembre. Buen tiempo y mejor compañía.

La ruta son 10 km, con una duración de 3,5h de forma lineal y un desnivel de 50m, así que muy sencilla, pero se necesita dejar coches al principio y al final de la ruta.

Inicio:
Dejamos los coches en la zona de parking que hay junto al puente de Villaseca (se encuentra entre Sepulveda y Villar de Sobrepeña, en el desvío a Villaseca), dentro del parque natural. Junto al puente sale una pista descendente hacia el río, donde se pueden dejar los coches.
A 150m., subiendo un poquillo hacia la roca, nos encontramos con la cueva de los Siete Altares y las fantásticas vistas desde la cueva.




Al principio se empieza por pista, que luego se convierte en sendero. Iremos todo el rato con el río a nuestra derecha. La vegetación es muy abundante.
Recomiendo llevar prismáticos o una cámara con muy buen zoom, porque todo el rato nos sobrevuelan buitres, alcones y águilas.




El bosque encantado...


Aquí paramos a comer un buen bocata de tortilla, que sienta fenomenal...



Nos encontraremos con un puente que atraviesa el río y nos lleva hacia Villar de Sobrepeña, a la mitad del camino, si queremos desviarnos, pero nosotros seguimos el sendero que llevábamos y no cruzamos el puente.
Después se verá un refugio de pastores a la izquierda, un poco derruido.
En lo alto de la roca esta la Ermita de San Julian, pero no se ve desde el camino. Lo que si veremos serán varias buitreras en la roca, y decenas de buitres pegados a nuestras cabezas...es todo un espectáculo.
Hacia el final de la ruta, cruzamos el río por un puente de madera, muy cercano al antiguo puente de piedra de Talcano, que esta protegido su acceso para no dañarlo.





Tras pasar el puente, subimos un pequeño repecho que nos lleva al aparcamiento para el final de la ruta.

martes, 16 de septiembre de 2014

Estirando las piernas por el Pinar de la Acebeda

Después de un largo tiempo recibiendo en el móvil fotos increíbles de lugares recónditos del planeta a los que decidieron viajar muchas de las personas que forman este grupo, decidí dar por finalizada la tregua senderista y acercarme a la sierra de Guadarrama y disfrutar, después de un largo tiempo, de buenas rutas con agradable compañía.

El calor del verano no iba a ser un impedimento. Aunque era en estos meses de vacaciones cuando resultaba más complicado coincidir con alguien, resultó que eramos varios los que teníamos ganas de ponernos en marcha y despejarnos del ambiente urbano.

En esta ocasión seleccionamos una ruta inédita en este grupo y, como se demostraría más adelante, muy adecuada para esta época del año: el Pinar de la Acebeda. Ana, Jose, Skylark y yo, acompañados de otro Jose, amigo de Skylark, nos juntamos en Revenga sobre las 10:00 de la mañana para disfrutar de un bonito recorrido no especialmente duro.



Como decía antes, dejamos el coche en Revenga y partimos por la pista de acceso restringido que conduce al Embalse de Puente Alta a unos 1100 metros de altura. Desde aquí, con algunas dificultades, seguimos el camino paralelo al río Frío, que en aproximadamente una hora de ritmo lento nos conectaría con una pista en magnífico estado que poco a poco iría cogiendo altura. El recorrido era cómodo y la temperatura fantástica.

Unos kilométros más adelante, nos salimos de la pista para afrontar la parte dura de la jornada, la subida al Collado del río Peces a 1758 metros de altitud. He de decir que nos causó cierta decepción el alcanzar este collado, pues esperábamos encontrar en él bonitas panorámicas de la Mujer Muerta, pero apenas pudimos distinguir entre los pinos las cimas más señaladas de la cuerda.



Salimos de este punto con una fortísima bajada en la cual nos encontramos a 4 o 5 personas que serían de las pocas que veríamos durante toda la jornada. Al alcanzar el arroyo de la Acebeda surgieron varias dudas y finalmente elegimos un camino que, para nuestra sorpresa, acabó reduciendo la distancia final de la ruta, al irse separando gradualmente del río e internándose en el pinar. El caso es que elegir este camino resultó ser un verdadero éxito, pues pudimos ver numerosos ejemplares de acebos, muchos más de los que ninguno de nosotros habíamos visto hasta entonces.

La bajada final fue rápida y con algunas pendientes acusadas, lo cual dejó a Jose un poco tocado de sus rodillas. Esperemos que eso no le haga desistir y repita pronto con otra ruta en el grupo.

Finalizamos en torno a las 16:30 en Revenga, justo para tomar unas buenas cañas y volver pronto a casa. Realizamos alrededor de 17 kilómetros y unos 650 metros de desnivel.


domingo, 11 de mayo de 2014

AZORES - ISLA DE SAO MIGUEL + ISLA DE PICO


Viernes 25 abril 2014

Salimos en vuelo desde Madrid, vía Lisboa hacia Ponta Delgada (capital de Sao Miguel). Tuvimos que hacer una escala de 6 h. de espera, que se hace eterno, tanto a la ida como a la vuelta (eso si, se quedan la maleta, lo cual es una ventaja si quieres pasar esas horas viendo la ciudad en vez de estar en el aeropuerto). Desde la península en España no hay vuelos directos y siempre hay que volar vía Lisboa o vía Oporto. Solo desde Canarias hay vuelos directos. Salimos a las 12:10 y llegamos a Sao Miguel a las 20:15 h. hora local (vuelo de Madrid a Lisboa es 1:15 h, y el de Lisboa a Ponta Delgada son 2:15 h.). En los vuelos con Sata-Tap Portugal (que es la única compañía en las Azores) te dan un bocadillo y un zumo, café, té gratis (que hoy en día ya nadie los da). El total del billete ida y vuelta incluido las tasas son unos 300-400 euros.
Tras recoger la maleta (son muy rápidos) y haber regulado la hora (en Lisboa es 1 h menos que en España y en Azores son 2 h menos que en España), fuimos a la oficina de turismo en el aeropuerto (esta bastante bien esto de que les hables en español y te entiendan mas o menos, el ingles es accesorio si entendéis un poco el portugués), donde nos dieron un mapa de la isla (que vale perfectamente como mapa de carreteras) y nos marcaron todo lo que se podía ver en la isla (que sepáis que se puede ver todo en coche si no queréis andar).
Después fuimos a recoger el coche con la compañía Ihla Verde, que es la compañía grande allí en las islas (tienen buena flota, moderna). Pillamos la oferta de coche económico, que nos salio por 130 euros para 5 días a través de la web de Rentalcars (un clio de gasolina 95, que esta al mismo precio toda la gasofa que en España, aunque nos dieron la opción pagando 30 euros más de cambiarnos a un diesel). Os recomiendo que os fijéis bien en la potencia del coche, ya que vais a flipar con las cuestas (de hecho, tuve que subir muchas en primera). Allí conducen bastante bien y las carreteras son buenas.
De allí nos fuimos al alojamiento en Ponta Delgada (el aeropuerto esta a 10 min. de la ciudad). Habíamos pillado un apartamento con cocina (lo cual os recomiendo altamente si vais a ir fuera de julio y agosto, que es la única época abierta al turismo en las islas). Pillamos a través de la pagina de airbnb una ofertilla por 15 euros por persona y noche. Este alojamiento en concreto fue bastante cutre.
Esa noche (anochece a las 20:30 h), nos acostamos temprano cansadas de tantas horas de viaje, y pensando en aprovechar al máximo el día siguiente.

Sábado 26 abril de 2014

Nos levantamos con el amanecer a las 7:00 y vimos que estaba completamente nublado (aunque mucho viento que las mueve, la temperatura media del día era de 18ºC). Mas tarde descubrimos que siempre esta nublado en el interior de las islas y despejado en la costa. En ciertos momentos del día se despeja el interior, y hay que estar preparado con la cámara de fotos para esos breves minutos.
Tras desayunar (lo llevábamos desde Madrid), fuimos hacia el centro de la capital, otra vez buscando la oficina de Turismo, pero esta vez para que nos dijera un supermercado donde poder comprar. Hubo que pagar el parking de la hora en esa zona (1 h - 0,60 euros). Solo tienen dos supermercados en la ciudad, uno esta cerca de la oficina de turismo, en el puerto marítimo, junto a los restaurantes, es un Sol Mar (tienen cosas de Auchan), y luego tienen el parque Atlántico, que es un centro comercial grande como los de España, con tiendas y cines, donde hay un Continente (es lo mas grande que veréis en las islas).
Para que os hagáis una idea de precios en la comida, un paquete de 6 botellas de agua de litro y medio, sale por 1,25 euros, una bandeja de 1/2 kg de pechugas de pollo sale por unos 4 euros, un kilo de manzanas sale por 1,30 euros, un litro de leche sale por 1, 20 euros, 250 g de queso sale por 5 euros, un paquete galletas 1,5 euros, un pan redondo típico de allí sale por 1,5 euros (da para varios días). Ojo, que les gusta mucho el pan dulce bolo levedo (sabor parecido al roscón). Otro día fuimos al continente del parque Atlántico y al continente de Lagoa, y allí si que encontramos muchos tipos de pan, muy ricos.
Tras comprar en el Sol Mar, nos encontramos con un grupo de chavales con tambores cerca del fuerte, que estaban practicando para la fiesta grande del día 1 de mayo.


De allí directamente nos fuimos por la carretera de Covoada hacia Sete Cidades (se tarda 1 h. en coche entre Ponta Delgada y Sete Cidades, a una velocidad media entre 50-80 km/h), pasando por la ruta de los lagos (sierra Devasa). Se puede hacer en coche o andando esta sierra. En caso de hacerla andando, tenéis que llegar hasta Mata do Canario con el coche, la ruta es la PR5SMI. Son 4,5 km, unas 2 h., con desnivel de unos 100 m. Os pongo unas fotos para que os hagáis una idea.




Creo que pillamos momento de sequía, porque los lagos Rasa, Eguas, Empadadas, Pao Pique, y Carvao no eran muy grandes y algunas plantas estaban secas (y eso que deben trabajar toda la isla como jardineros, porque no veáis lo cuidadas y limpias que están las islas y la cantidad de flores y setos recortados que tienen).
Este acueducto se ve en Mata do Canario, que es el punto central de la ruta de los lagos.
Desde aquí también comienza una ruta (PR4SMI) si no queréis ir directamente con el coche hasta Sete Cidades. Son unos 11 km, una duración de 3 h., un desnivel de 500 m. y te haces la mitad del cráter de Sete Cidades.
Toda la información de las rutas no os lo cuelgo aquí, porque se vería muy mal el perfil, pero podéis descargarlas de la pagina oficial de turismo de las azores (http://senderos.visitazores.com/es).
Esta ruta esta chula para tener una visión completamente distinta de la que tiene la gente que va con el coche, ya que vas por el lado contrario del cráter. También tenéis la opción de unir esta ruta con la del mirador de Vista do Rey, PR3SMI, de 7 km, unas 2 h, con 300 m de desnivel, que es justamente el otro lado, y así haceros la vuelta completa al cráter de Sete Cidades (unos 24 km.).
Desde Ponta Bretanha en la costa, yendo hacia el pueblo de Joao Born, tenéis también la posibilidad de subir desde el nivel del mar hasta el cráter de Sete Cidades (850 m desnivel en 2-3 km de distancia), que puede dejar un poco sin aire, y luego hacer la vuelta completa al cráter, con fantásticas vistas todo el tiempo del mar a un lado y el cráter al otro.
Os dejo unas fotos de lo que se ve desde la ruta por el mirador do Rey:

Este es el lago Santiago con el lago de Sete Cidades al fondo.

Mirador do Rey, lagos verde (pequeño) delante y azul (grande) al fondo del cráter de Sete Cidades.

Bajando hacia el lago.

Al mirador do Rey llegan autobuses de turistas, a parte de los taxis que contrata la gente para ir a los miradores. Pero las azores no es un destino que fuera de su temporada de verano se llene (de hecho yo diría que los turistas somos la atracción de la gente de la isla, como si no hubieran visto uno nunca). Nosotras estuvimos con un trípode casi 20 minutos intentando sacar una buena foto entre tanta niebla y nubes, y solo tuvimos compañía durante 5 min. de 6 personas (en verano supongo que habrá mas gente, pero no tienes el problema de las nubes y niebla).

La carretera que baja hacia el lago, lleva directamente al pueblo de Sete Cidades.
Solo tiene un sitio donde comer, si no lleváis bocata, y es en el que paran los autobuses de turistas.


Nosotras seguimos camino para comer ya en Ponta de Ferraría que al estar en la costa, se podía disfrutar del sol. Ademas ya eran las 15:30 h. y allí en Azores comen sobre las 12:30-13:00 h., por lo que se hacia difícil comer en Sete Cidades.
En ponta Ferraria llegas hasta donde el faro y tras verlo desde un mirador, tienes una bajadita de esas en las que subes en primera hacia las termas.



Hay unas termas privadas, que es una piscinilla, que cuesta 3 euros y luego esta un caminito que lleva a unas publicas que son gratis, que es una poza en la que entran las olas del mar. El agua en las termas ronda los 40ºC. En las termas privadas hay cafetería, restaurante y baños que pueden usar todos.



De allí, tras comer, seguimos camino a Mosteiros. Es impresionante. Según vas por la carretera accediendo al pueblo, pasas pegado a unas rocas que salen del mar, unos monolitos chulísimos (o al menos a mi me lo parecen).




Desde allí ya decidimos seguir carretera por el norte en dirección hacia el pueblo de Ribeira Grande, parando en los diferentes miradores que vimos por el camino (no me canso de ver el mar). El molino que esta junto a un mirador antes de llegar al pueblo de remedios es bonito. En el pueblo de remedios se nos cruzó un caballo por la carretera (tener cuidado porque también las vacas se cruzan cuando quieren, y anda que no hay, parece Asturias aquello.. jeje).
Al llegar a Ribeira Grande ya estaba anocheciendo pues eran las 20:30 h, tras aparcar, nos encontramos con una procesión cruzando el pueblo (allí son bastante religiosos, de hecho tienen rutas para turismo religioso, y mas tarde en la isla nos encontramos con bastantes mas procesiones), lo que impidió que pudiéramos sacar el coche y que ya debido a la hora, nos quedáramos a cenar (allí cenan sobre las 18:00-20:00 h). Así que nos fuimos al puerto y nos metimos en el único restaurante que pudimos encontrar abierto, que resulto ser una elección fantástica. El restaurante se llama Ala Bote, y es algo pijo. Nos tomamos un bacalao increíble, un plato super elaborado. Toda la cena, incluido bebida nos salio por 12 euros/persona (en España esto habría costado unos 30 euros/pers.).
Después de la cena, ya nos volvimos al alojamiento en Ponta Delgada a dormir.

Domingo 27 abril 2014

Tras levantarnos y desayunar, vimos que estaba el día más nublado que el día anterior, así que tuvimos que pasar de ir al lago do Fogo (ya que con nubes es imposible verlo. Es de los puntos mas altos de la isla), salimos sobre las 9:00 en dirección al pueblo de Lagoa para coger la carretera de la costa. En Lagoa nos volvimos a encontrar con otra procesión. Los isleños, ponen un camino de hojas y flores en mitad de las calles, para que el cura al pasar las pise. Una vez que ha pasado, barren y vuelven a recoger todas las hojas y flores pisadas. Las procesiones son muy breves.


Tras Lagoa fuimos hacia el pueblo de Caloura, que yendo en dirección al hotel, llegas a una zona de barbacoas con una playa de arena negra, junto a unos acantilados. En esta isla podrían promocionar hacerse toda la isla de barbacoa en barbacoa, porque están en todos los miradores, y perfectamente preparadas y mantenidas, con grifo para poder fregar y recoger, así como aseos públicos. Me encanta...jajaja, la próxima vez que vaya paso de bocadillos y me compro chuletones!!
Pasamos por el pueblo de Praia, en ponta da Piramide, donde junto a la playa, hay un cañón o desfiladero muy estrecho y chulo. A partir de aquí salen las rutas para el lago do Fogo, pero era imposible con el tiempo que hacia, poder hacer esta ruta, no se veria nada y seria un poco peligroso con resbalones. Si pilláis buen tiempo, os la recomiendo porque el comienzo desde luego tenia una pinta fantástica. Es la ruta PRC2SMI, de 12 km, unas 4 h. con desnivel de 400 m.
Desde allí seguimos camino a Vilha Franca do Campo. Este pueblo se lleva la palma, porque el tamaño de los pueblos es básicamente una calle, y allí tenían en la plaza del pueblo, 3 iglesias juntas, más luego la ermita de la Señora de la Paz en lo alto. Allí volvimos a encontrarnos con las calles llenas de flores y hojas, esperando la procesión que era a las 13:00 h.
Entramos en una pastelería a preguntar por una tarta que nos habían recomendado en este pueblo: "queijadas vela", resulto ser un pastelillo de tartaleta de crema pastelera.




De allí, tras huir de la niebla que teníamos pegada fuimos hacia el pueblo de Furnas, para hacer una reserva para el día siguiente, para poder comer sobre las 13:30 h. el famoso "cozido" (ya que como no reserves, es imposible que puedas comerlo) y nos encontramos con todas las calles llenas de gente y muchas flores. Fuimos a la oficina de turismo, y la chica nos dijo que es que era el día de los enfermos. Por eso, si el camino central de flores tenia un desvío de hojas hacia un portal, era porque querían que el cura al pasar entrara en su casa, a bendecir a algún enfermo. Ya de paso, pillamos toda la información de la zona.



Como ya era muy tarde (las 15:30 h) y Furnas estaba lleno de gente, decidimos ir hasta el pueblo de Povoaçao para comer por allí. El pueblo solo tiene una iglesia y una pequeña calle peatonal, pero nos habían dicho que era típico de allí la tarta de "Fofa" y que no nos lo podíamos perder, así que entramos en una pastelería a preguntar, y resulto ser un pastelillo muy parecido a un pepito de crema.
Viendo que el día estaba resultando malísimo por el tiempo, decidimos seguir camino hacia los miradores del Este de la isla, ya que al estar en la costa, seguramente haría mejor tiempo.
Dejamos la sierra de Tronqueira, que es donde se encuentra el pájaro típico de allí, y paramos en el mirador de Ponta da Madrugada:


Y en el de Ponta da Sossiego:


Después paramos en el faro de Arnel. Aquí tenéis que bajar andando, porque el coche es imposible meterlo, o hacer una foto desde lejos. Hay un mirador en el pueblo.



Pasamos después por el pueblo Nordeste (se llama así) hasta llegar al pueblo de Achada. Allí nos desviamos al pueblo de Ribeira dos Caldeiroes, donde hay un pequeño parque con cascadas.



La puesta de sol desde la iglesia de achada era tremenda.


Después ya nos volvimos a Ponta Delgada. Decidimos ir a cenar en el puerto. Hay unos cuantos restaurantes en la misma calle del puerto, y luego donde están las piscinas en el puerto, bajando unas escaleras bajo las gradas, llegas a una zona de bares y restaurantes donde se junta todo el ambientillo y la marcha de la ciudad. Allí nos metimos a cenar en un sitio que se llama La Cantina, donde comimos un bacalao estupendo y otra vez la cena salio por unos 15 euros/persona (eso si, ojo que te ponen sin pedirlo un aperitivo de aceitunas con queso y unos palitos de pan, que luego te cobran a 2 euros/pers.).

Lunes 28 abril 2014

Tras desayunar salimos hacia el pueblo de Furnas (se tarda 1 h.). El camino es espectacular, pues vas por un bosque muy denso y húmedo, casi de cuento.
Dejamos el coche en el parking que hay junto a las caldeiras del lago, y volvimos un poquito hacia atrás en el camino andando hacia el comienzo de una ruta que sube al pico do Ferro. Es la PR22SMI de 2 km, unos 45 min. en subir y otros tanto en bajar, y tiene un desnivel de 200 m. Se puede hacer en sentido inverso, empezando en Pico do Ferro que esta en alto, y es un mirador del lago de Furnas, acabando abajo en el lago, para enlazar con otra ruta que hay, que da la vuelta completa al lago (PRC6SMI, de 9 km., unas 3 h. y un desnivel de 100 m).
Aunque el día era menos malo que el anterior, nosotras preferimos hacer el día de forma relajada y típica turística, así que tras darnos un pequeño paseo para hacer tiempo, volvimos otra vez a ver las calderas junto al lago. A las 12:15 h. en punto, una persona allí enseña a los turistas como mete un perolo con el famoso "cozido" dentro de un agujero con fango caliente con azufre y lo tapa para dejarlo hacerse durante 5 h. La demostración dura 1 minuto, así que hay que ser puntual y rápido con la cámara si quieres pillarlo entre la gente que se agolpa allí.


Si no habéis estado nunca en una zona de fumarolas, preparaos para el olor a huevos podridos del azufre, porque os acompañara todo el día. A mi personalmente me gustaron mas las que vi en Islandia, pero estas tampoco están mal.




Tras ver las caldeiras del lago, subimos con el coche al Pico do Ferro, para ver el lago de Furnas desde arriba.


Después salimos corriendo al pueblo de Furnas para llegar a la reserva que teníamos hecha del día anterior, a las 13:30 h, para comer el famoso "cozido". Era en el sitio Tony´s que nos habían recomendado junto a la iglesia.
Cuando llegamos y vimos todo el contenido de carne, chorizo, morcilla y demás, con lo brutos que son con las cantidades, la verdad que nos echamos atrás y pedimos la carta. Como nos hubiéramos comido el plato, seguramente no podríamos menearnos de la silla en varias horas.
Aproveché para tomarme un buen chuletón de ternera (8 euros el plato), con tantas vacas que hay por allí, que estaba fantástico, aunque esto de que todos los platos sean combinados, la verdad, el huevo frito me sobraba...no tienen medida con las cantidades.
Del restaurante fuimos hacia el parque Terra Nostra que esta en el pueblo, pasando por una tienda de souvenirs (por cierto, no compréis souvenirs nada más que en el aeropuerto, los demás son mas caros y tienen lo mismo, o al menos esa es mi experiencia). La tienda de souvenirs más cara de todas, es una que hay enorme en la zona de restaurantes de Ponta Delgada, cerca del supermercado de Sol Mar.
El parque Terra Nostra son unos jardines llenos de flores y plantas, muy bonitos, que cuentan dentro con una poza de aguas termales. La entrada al parque con derecho a baño en las pozas, son 5 euros. Existen otras pozas en el pueblo, tirando hacia el lago, que son las Dona Beija, que es un ambiente mas romántico, y si vas al atardecer encienden unas luces y da un ambientillo mas intimo (o eso nos dijeron) y cuestan 2 euros, y luego el pueblo también tiene otras que son muy viejas, y las instalaciones no son muy allá, pero están cubiertas y no al aire libre como las otras, que son gratuitas y están cerca de la iglesia.



Poza de aguas termales donde bañarte



Lago de burbujitas extrañas dentro del parque.

Después del paseo por el parque de Terra Nostra, fuimos a ver las caldeiras del pueblo. Es increíble que haya casas construidas tan cerca, con esos olores constantemente.




Al ver que había mejorado el día, y hacia muy bueno y estaba despejado, decidimos arriesgarnos a subir al lago do Fogo, por si acaso no teníamos otra posibilidad de poder verlo.
El lago solo tiene 100 m. de altitud mas que el lago de Sete Cidades (850 m) sin embargo, se nota el cambio de paisaje según asciendes hasta los miradores de los repetidores de antena, casi sin vegetación, y también el problema de las nubes, se siente bien de cerca.



Después seguimos camino hacia Caldeira Velha. Lamentablemente ya eran las 19:00 h. y la entrada estaba cerrada. Dispone de un diminuto parking, y tras unos 5 minutos de camino por zona verde muy frondosa, se llega a unas caldeiras de aguas con azufre, y más adelante hay una pequeña cascada con una poza de agua templada, donde la gente valiente se baña.
Así que al tenerlo cerrado nos fuimos hacia Ribeira Grande, pasando por el gaseoducto, y de allí a Ponta Delgada, a cenar y volver al alojamiento.

Martes 29 abril 2014

Tras desayunar, salimos camino hacia el pueblo de Faial da Terra, ya que volvía a estar nublado y estaba claro que la ruta de lago do Fogo no podríamos hacerla.
Nada mas llegar a Faial da Terra, se puso a llover, lo que complicó bastante la ruta, pues discurre pegada al río, y aquello se llenó de barro y las rocas por las que pisas, resbalan un poco (que se lo digan a mi amiga, que se dio un buen culazo), pero la cascada del Salto do Prego es bonita, y la vegetación tan densa mola mucho.
La ruta es fácil, es la PRC9SMI, y son 5 km, con una duración de 2 h., unos 200 m. de desnivel.




Después nos fuimos hacia el pueblo de Gorreana para ver las plantaciones de Té (en portugués se dice "Cha"), descartando definitivamente debido al tiempo poder hacer la subida al lago do Fogo (menos mal que tuvimos al menos los 20 min. del día anterior para poder verlo). Las plantaciones son como escalones, o lineas de plantas, menos llamativas que en los países asiáticos, la verdad.
De allí seguimos camino hacia el mirador de Bahia de Santa Iria, donde aprovechamos para comer ya directamente nuestro bocata.



Después viendo que en la costa si hacia algo más bueno, decidimos hacer la ruta de la costa desde Ribeira Grande pasando por Caletas hasta llegar al pueblo de Capelas a ver los acantilados de la Tromba do Elefante.




Ya nos volvimos a Ponta Delgada a llenar de gasolina el coche para poder entregarlo al día siguiente en el aeropuerto (llenar un deposito que fue lo que gastamos en toda la isla, nos salio por 55 euros).

Miércoles 30 abril 2014

Nos levantamos para coger el vuelo interno a la isla de Pico. Salia a las 9:10 y llegamos a las 10:00 h. (nos costo unos 200 euros/pers incluyendo las tasas y maletas el billete de ida y vuelta). Son asientos no numerados. Desde Sao Miguel, no es posible hacer el trayecto en Ferry a las otras islas, al estar alejado.
El acercamiento en avión a pico (y digo avión por no decir avioneta) es bastante chulo, ya que vuelas sobre el mar, y tienes islas a izquierda y derecha (si las nubes te permiten verlas).
Antes de que os cuente nada sobre esta isla, tenéis que haceros idea, de que la gente que va a las Azores, se suele quedar en Sao Miguel, así que en Pico y resto de islas pequeñas, el tema turismo no esta explotado, y por tanto, estaréis bastante solos (puede que seáis los únicos turistas fuera del verano) y los medios con los que contareis serán mas escasos. Y si Sao Miguel os ha parecido una isla pequeña, ya veréis estas.
En fin, llegamos a Pico y nada mas dejarnos el avión en la pista, se veía completamente el Pico. Si esto os ocurre, no podéis dejar escapar la oportunidad de fotografiarlo y más desde el nivel del mar, porque estos momentos son muy escasos.
Tras coger la maleta (son bastante rápidos), fuimos a la oficina de turismo, donde nos dieron un mapa, que vale perfectamente como mapa de carreteras. El aeropuerto es enano, y vimos que no había oficina de Hertz con la que teníamos alquilado el coche (solo hay una de Ilha Verde), así que preguntamos a la chica de la oficina de turismo y ella se encargó de llamar por teléfono a la persona de Hertz, que estaba en el bar del aeropuerto, entregando un coche a otro grupo. Hay que decir, que toda la gente de las islas es increíblemente maja, cercana y siempre quieren ayudarte.
El coche (un 207 de gasolina) nos salio por unos 100 euros para 2 días a través de la web de Rentalcars (y no compensa que sea mas barato que los de Ilha Verde, ya que son mas viejos. Os recomiendo utilizar los de la compañia Ilha Verde). Ademas descubrimos más tarde, que aunque tenia mejor motor que el coche de Sao Miguel, y por tanto llevaba mejor el tema de las cuestas, la puerta del copiloto se abría sola durante la marcha, lo que era un peligro, y por tanto, al abrirse sola, no se podía poner el cerrojo en el coche cuando lo dejabas aparcado (y eso que estas islas, son lo mas seguro que he visto y no importaba). Nos dieron el coche con medio deposito, y eso fue lo que gastamos en toda la isla. Llenarlo nos salio por 30 euros.
Del aeropuerto, nos fuimos al alojamiento que lo teníamos en el pueblo de Prainha de Cima (pasado la capital de Sao Roque, se tarda unos 20 min.), paramos un poco antes en el pueblo de Santo Antonio donde encontramos un supermercado Hiper Cais (que tenia productos de Auchan, aunque muchas baldas estaban desabastecidas de productos). En cuanto a precios, os comento algunas cosas: un litro de leche salia por 1,20 euros, una bandeja de 1/2 kg de pechugas de pollo salia por 6 euros, 1 botella de agua de 1,5 litros salia por 0,30 euros, un pan de massa sovada (el pan dulce) salia por 2 euros.
Luego supimos que existía un continente en la isla donde poder comprar, que esta en la ciudad del sur (Lajes do Pico).
Ojo cuando digo ciudades, porque allí los sitios son enanos y hasta la capital parece una aldea.
Tras llegar al alojamiento (salio por 30 euros/pers al día) y dejar las cosas, nos fuimos directamente al lago do Capitao, pero al llegar allí, el pico ya no se veía en absoluto por culpa de las nubes.
Existe una ruta muy chula, si pillas día sin nubes, puedes descargarla de la pagina oficial  (http://senderos.visitazores.com/es), que va desde el lago do Capitao hacia Cabeço do Piquinho viendo todo el rato la montaña de Pico, e incluso se puede seguir hasta la costa, hasta Cais do Pico. En total son 9 km, unas 3 h, con un desnivel de 800 m., pero a nosotras no nos acompañó el tiempo para poder hacerla.



De allí nos fuimos hacia el pueblo de Madalena, y fuimos a la oficina de turismo a preguntar por algún restaurante para comer. Tenían souvenirs en la oficina, bastante deprimente, todo centrado en un murciélago, como si fuera la atracción de la isla, cuando no vimos ni uno solo, y lo que interesa que es el Pico, no hay nada. Y eso nos pasó en todas las tiendas de souvenirs de la isla.
Los restaurantes a los que nos recomendó ir, estaban cerrados, así que acabamos en un bar junto al puerto, donde nos tomamos un sándwich. En las islas tienen ofertas en barecillos cutres, tipo menú de una hamburguesa simple, con bebida o un sándwich con bebida por 6-8 euros. Aunque no esperéis encontrar muchos bares, que no tienen casi ninguno.
En Madalena es de donde salen los Ferrys para la isla de Faial, que cuesta el viaje 4 euros/pers y solo tarda 20 min. en llegar, si vas en el único ferry que esta abierto fuera del verano (en la pagina web de turismo oficial tenéis el nombre de las 2 compañías, y en las paginas de estos ferrys podréis encontrar los horarios y comprar los billetes con antelación si queréis). El ferry de invierno no permite llevar el coche, así que seria llegar a un acuerdo con un taxi para que te suba a la caldera en Faial (es una practica común en las islas). Nosotras no cogimos al final el ferry, ya que vimos desde Madalena la nube que había sobre la caldera de Faial, que no nos iba a dejar ver nada, y no merecía la pena ir.
De allí nos fuimos por la carretera de la costa hacia el pueblo de Areia Larga y Criaçao Velha para ver los viñedos de la Unesco.
Una vez pasas el pueblo de Areia Larga, todo el rato pegado a la costa, llegas a un camino asfaltado pegado al mar, por el que los turistas van en coche hasta las mismas viñas, aunque se puede hacer a pie con la ruta PR5PIC, de 8 km, unas 2 h., con un desnivel de 40 m., por el que pasas por un faro al que puedes subir para tener toda una panorámica de las viñas (también llegan los coches al faro). Si tienes suerte y el día esta despejado es una ruta chula con el pico de fondo, pero no fue nuestro caso. A parte, no había viñas en ese momento, solo algún matojo, lo que hacia que perdiera un poco la gracia el lugar.
A un lado del camino, tienes lo que llaman los "misterios" que es roca de lava con formas pegada al mar, y al otro lado, están las viñas acotadas por muros de roca.



De allí nos fuimos hacia Lajes do Pico por la costa, viendo los diferentes pueblos y las rocas negras de lava en la costa (misterios).
En el camino esta Sao Joao que es donde podrás encontrar queserías, para sus quesos típicos, pero os recomiendo que directamente si los queréis, los pilléis en el Continente (da igual de la isla que sea, pues tienen quesos de todas las islas, así como el vino) que os saldrán mas baratos. Sus quesos son muy suaves y cremosos, no tienen quesos curados.
Existe una ruta si no queréis hacerlo en coche, que va de Sao Joao a Lajes do Pico, para ver los misterios junto al mar. La ruta son 9 km, unas 3 h. y el desnivel no llega a los 100 m.
A nosotras no nos llamó mucho la atención, así que tras llegar a Lajes, decidimos cruzarnos por la transversal hacia San Roque, para ver el pueblo, antes de que la niebla nos comiera (pues por la tarde las nubes bajan hasta el nivel del mar). La ciudad parecía fantasma, sin un alma por la calle.


Museo Ballenero

Después de ver la ciudad, volvimos al alojamiento a hacernos la cena, ya que no había ningún sitio abierto donde poder cenar. Al día siguiente habría que hacer la comida fuera y la cena en casa, porque cenar fuera no era posible.
En el alojamiento nos encontramos con la dueña que nos traía comida y vino típico de la isla para que lo probáramos gratuitamente. Muy maja. Ademas, nos había hecho un bizcocho de manzana que estaba tremendo.
Pasamos un buen rato con ella, que nos estuvo contando todo lo referente al vulcanismo de las islas y la historia, lo que fue muy interesante.

Jueves 1 mayo 2014

Como ya habíamos aprendido la lección y sabíamos que el único momento en el que se podía ver la montaña de Pico era a las 10:00 h, decidimos estar directamente en el centro de naturaleza e información del Pico a esa hora, pese a que al levantarnos estaba todo cubierto de nubes y llovía.
Cuando pasamos a la altura del lago do Capitao pudimos ver un pequeño claro y un arco iris precioso, y eso nos animó a subir hasta el centro de información, pero cuando llegamos allí, la cosa estaba imposible. De hecho, un grupo que acababa de salir con el guía, se estaban dando la vuelta.
En el centro de información, es donde te apuntas si quieres subir al Pico y son ellos los que te dan los permisos para tener a todo el mundo controlado, ademas de informarte del clima. 
Fuera del verano este centro esta cerrado y están solo los fines de semana en el parque de bomberos de Madalena para pedirles información del tiempo en el Pico y permiso para subir. A partir del 1 de mayo y durante el verano esta el centro abierto todos los días de 8:00 a 20:00 h.
La subida al Pico son 2-3 h. y la bajada son 3-4 h. El centro de información se encuentra a 1.223 m de altitud y el pico tiene 2.351 m, por lo que el desnivel de esta ruta es de 1.100 m. y la ruta comienza en la parte de atrás del centro de información.
También existe la posibilidad de subir desde Cais do Pico hacia el Lago do Capitao y de allí por la ribera de la carretera central llegar a la reserva natural de la montaña de Pico y subir al Pico, para así hacer la ascensión desde el nivel del mar, pero tendréis que apuntaros en el centro de información para que os tengan controlados, por si pasa algo.
Allí en el centro de información tenían unas camisetas muy chulas del Pico, pero ojo, si miráis alguna, pedir una talla mas de la vuestra, que son pequeñas, tanto las de chica como las de chico.
Como no nos dejaban subir el Pico debido al clima, decidimos irnos y cuando bajamos otra vez hacia la carretera transversal sobre las 10:30-10:45 h, vimos que se hacia un pequeño claro (duró solo 10 min.) y aprovechamos como locas para hacerle alguna fotillo, que aquí os dejo.





También pudimos ver alguno de los cráteres que hay por la isla.


De allí, decidimos intentar suerte en la ruta de los lagos. Sin embargo, según pasamos el lago do Capitao, vimos que la cosa iba a estar complicada. Y ya a partir del comienzo de la ruta de los burros (PR2PIC, de 11 km, unas 3,5 h, desnivel de 900 m.) vimos que nos seria imposible. No se veía nada a más de 2 m.
Los lagos de Calado, Grotoes, y Caveiro directamente los perdimos completamente en la niebla. El único que se dejo ver un poco fue el lago do Paul, y después de este nos volvimos a perder los de Rosada y Reixinho. Eso si la zona, o lo poco que pudimos ver, era espectacular, montes de tierra negra llenos de musgo verde (parecía Escocia o el sur de Islandia).



Decidimos seguir camino a Ponta de Ilha a ver las piscinas naturales, para así escapar de la niebla del interior de la isla.
Después continuamos por la carretera de la costa hacia Santo Amaro, donde esta la escuela de Artesanía, y de allí a Prainha, donde hay una ruta de 8 km, unas 2,5 h. y un desnivel de 120 m., y en la que se puede ver unas piscinas naturales y una playa, aunque también se ve con el coche.
Después seguimos hacia San Roque, donde fuimos a comer al único sitio que estaba abierto, la casa de los pescadores, junto al museo ballenero, donde por 8 euros tenias un menú tipo buffet que podías repetir los platos todo lo que quisieras, o por unos 6 euros una hamburguesa gigante o por 15 euros una pizza mediana con la que podían comer 4 personas. El bacalao estaba bastante bueno.
De allí decidimos seguir camino hacia el pueblo de Cabrito, donde por la costa pasando por Lajido y Cachorro, hacia Cais de Mourato, puedes ver algunas viñas y las casas típicas, que estaban abandonadas y ahora están reconstruyendo, pegadas a los misterios o lava junto al mar.
Cuando paseábamos entre cabrito y arcos, nos fijamos en las flores de una casa, y la dueña al vernos, nos invitó a entrar y se empeño en invitarnos a tomar algo.
Nosotras aunque refutamos la oferta, insistió tanto la señora que terminamos entrando y así pudimos ver las casas típicas por dentro. Son solo las paredes externas de piedra, por dentro son diáfanas, sin nada mas que la roca.
Cual fue nuestra sorpresa cuando la señora empezó a sacar botellas de licores caseros hechos por ellos, y empezó a beberse chupitos probando de cada uno, para encontrarnos los mas suaves. Tanto le insistimos, que solo nos puso una gota de cada uno, mientras que ella se bebía vasos enteros como si fuera agua.
Pero les hizo mucha ilusión que supiera al probarlos de que eran las mezclas, uno era de whisky con menta, otro era ron con licor de higos, mezclas extrañas..jeje. En fin, que me dejaron el estomago fulminado para todo el día, pese a tomarme gotitas de cada uno. Ademas, habíamos pasado de niebla, lluvia y temperatura de 10ºC en el interior de la isla a 28ºC y pleno sol en la costa. El alcohol, no era mi mejor idea en esos momentos.
Nos contaron que en ese chamizo donde no cabían mas de 10 personas sin darse codazos, dormían unas 25 personas para fiestas familiares, que hacían matanza de un cerdo y se lo hacían en el horno-chimenea que tenían en el patio.
Que la casa era para el veraneo y fines de semana, pero su casa estaba en el pueblo de Santa Luzia, como si fuera algo lejano (y esta a 3 km), que no habían subido nunca el Pico, ni se movían mucho...increíble!





Después seguimos camino por la costa hasta Formosinha, donde la puesta de sol en las piscinas naturales nos atrapó.




De allí ya nos volvimos al alojamiento para hacer las maletas para el día siguiente que ya nos íbamos de vuelta.

Viernes 2 mayo 2014

Tras levantarnos, fuimos a ver la gruta das Torres. La entrada son 7 euros, y dura 1 h. Tenia pases a las 14:30 y a las 16:00 h. al no ser verano, así que no pudimos verla, ya que nuestro vuelo salia antes.
Así que nos fuimos a San Roque para comer otra vez en la casa de los pescadores, tras un breve paseo.
De allí, recogimos los petates y nos fuimos al aeropuerto a coger nuestro vuelo de vuelta a la isla de Sao Miguel. Dejamos el coche de alquiler y esperamos nuestro vuelo.
Llegamos a Sao Miguel a las 18:05 h. y nos vino a recoger al aeropuerto la dueña de la pensión que habíamos pillado (Casa Lena). Las fotos del alojamiento eran cutres, pero cuando llegamos allí, descubrimos con agrado que el sitio era moderno y estaba muy, muy bien. Incluso el baño tenia bañera de burbujas...El alojamiento salio esa noche para dos personas por 35 euros, y que te acercaran al aeropuerto, es un detallazo.
Aprovechamos como era pronto, para dar una vuelta por la ciudad. Intentamos llegar a la gruta Carvao, la entrada son 4,5 euros, pero solo tiene pases a las 14:30, 15:30 y 16:30 h., así que tampoco pudimos verla.
Nos dimos un paseo por la plaza de las puertas de la ciudad y sus calles peatonales y luego fuimos a cenar al puerto.






Sábado 3 mayo 2014

Nos levantamos temprano para coger nuestro vuelo de vuelta a Madrid vía Lisboa, salíamos de Ponta Delgada a las 8:25 h. (hora local) y llegamos a Madrid a las 18:10 h. (hora local), con la escala tan larga en el aeropuerto.

Fin del viaje. Espero que os ayude.