martes, 5 de noviembre de 2013

Tour por los circos del Pirineo: Troumouse-Estaube-Gavarnie

De entre las muchas variantes de este obsesivo deporte que nos tiene a todos enganchados, quizá la que menos he practicado es la de las travesías de varios días y, como este venía siendo un tema recurrente en nuestras ensoñaciones de final de ruta, no me lo pensé mucho cuando este verano nos decidimos Irene, David, Jesús y un servidor a no dejar pasar de nuevo la oportunidad.
Tras darnos un buen atracón de visitar webs, leer guías y consultar mapas buscando el equilibrio perfecto entre lo que nos apetecía y lo que podíamos permitirnos física y materialmente, al final nos decantamos por la opción más fácil y aprovechamos que alguien ya se había tomado la molestia de escribir una estupenda guía que cumplía con casi todo lo que le pedíamos a nuestro proyecto. A esto había que sumar que Almudena ya había hecho el mismo recorrido el año anterior y no dejaba de ponernos los dientes largos a la mínima ocasión.

Como ya ha quedado de manifiesto en otras entradas de este blog, en nuestro peculiar grupo de montaña somos poco amigos de la monotonía de seguir las indicaciones de una guía, así que decidimos poner algo de nuestra propia cosecha y cambiamos palabras como: "refugio" y "mochila ligera" por otros más románticos pero menos prácticos como: "dormir bajo las estrellas", "vivir de nuestros propios recursos", "inmersión en la naturaleza", etc... lo que se tradujo en 15 kilos a la espalda y una renovada fe en Santa Bárbara bendita, patrona de las tempestades.

Al final la cosa no salió como esperábamos pero al menos hicimos tres de los seis días de ruta, visitamos los tres circos que dan nombre al tour, alguna ascensión más de propina, nos trajimos unos cuantos quesos franceses y un montón de buenos recuerdos.

Bibliografía utilizada:

 - González Prieto, Luis A.; Palomares, L.: El tour de los grandes circos del Pirineo. Edit. Desnivel, 2011
- Carte de Randonnée Gavarnie Luz.St-Sauveur 1:25.000 Institut Geográphique National, hoja 1748 OT
- Mapa excusionista Ordesa y Monte Perdido, 1:40.000, Editorial Alpina.

Primera Jornada: Gedrè-Chapelle de Heás

Distancia: 15 km
Desnivel positivo: 1122 m
Desnivel negativo: 687 m
Dificultad: moderada (carga + desnivel)





Después de un largo pero entretenido viaje que nos llevo de Madrid a Gedre pasando por el Portalet y el Coll de Aubisque, llegamos hasta el camping Pain de Sucre entre Gedre y Gavarnie donde plantamos las tiendas en una agradable praderita y nos dispusimos a descansar de cara al palizón que nos esperaba al día siguiente.

Por la mañana nos encontramos con que, a diferencia del lado español, la humedad de estos valles del norte nos iba  obligar a perder todos los días un buen rato en secar las tiendas antes de emprender la marcha para no tener que añadir otro par de kilos a nuestras ya de por si sobrecargadas mochilas.


La ruta comienza en el miso pueblo de Gedre en un curva cerrada a la derecha sobre un curso de agua que cruza el pueblo en dirección a Gavarnie. En este punto comienzan la señalización de las distintas rutas que parten de Gedre. Desde aquí y prácticamente hasta mitad de etapa comienza la una subida constante que nos lleva primero hasta la parte alta de Gedre y posteriormente se va adentrando en un tupido bosque que nos resguardó del sol que a esas horas ya pegaba fuerte.

Gedre y macizo del Vignemal desde la Baserque

Esta primera jornada es quizá la más dura del Tour junto con la tercera, pero al ser la primera, nos pilló lo suficientemente frescos como para llevar relativamente bien la tortura de la mochila y la falta de sitios donde reponer agua practicamente hasta el último tramo. Lo compensa sin duda las preciosas vistas del valle de Bassía con sus cabañas de pastores salpicando los verdes prados que rodean el curso del arroyo de Cambieil y las del macizo del Monte Perdido y el Cilindro de Marboré una vez que se alcanza el collado por el que cruzamos del Valle de Bassia al de Heas.

Lac des Glorietes a los pies de Monte Perdido y Cilindro de Marboré

Desde el collado hay que seguir en dirección norte por un camino apenas visible hacia la cabaña de Camplon y e circo de Troumouse que poco a poco va surgiendo al fondo según avanzamos. Esta es quizá la parte menos grata por lo incómodo del terreno, el sol de justicia que caía a plomo y por la paliza que llevábamos en el cuerpo a esas alturas.

Circo de Troumouse desde la Montagne de Camplon

Desde Camplon el camino se hace más evidente hasta alcanzar la Cabaña del Águila donde comienza la bajada practicamente en picado hasta la Chapelle de Eas y su ansiado Camping, en el que teníamos pensado plantar la tienda y cenar algo calentito antes de echarnos a dormir. Para nuestra sorpresa, al llegar allí, ya fuera por el jumeo a sudor que desprendíamos o por las patadas que le dábamos al diccionario de francés cada vez que abríamos la boca, el "simpático" dueño del camping se negó tanto a darnos de cenar como a alojarnos (y eso que hueco había de sobra), así que no nos quedo más remedio que plantar la tienda al lado del río y tirar de fuet y barritas energéticas para calmar las tripas.


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