domingo, 29 de agosto de 2010

Visita doble a la Buitrera

Tras varias semanas retrasando una visita a la zona de la Buitrera, en la sierra de Ayllón, por fin el pasado sábado día 28 nos juntamos Pablo, Jesús y el que escribe para realizar una travesía de entrenamiento por dicho lugar, con el objetivo de ir templando el cuerpo de cara a la inminente visita programada a los Picos de Europa, la cual promete ser espectacular además de exigente.



Resultó una jornada deliciosa en la que pudimos disfrutar de una ruta variada y entretenida, contando además con que en esta ocasión ni el calor ni las moscas supusieron inconveniente alguno (por increible que pueda parecer esto último en la zona de la que hablamos). Aunque el sol de agosto se dejaba caer a plomo y amenzaba con agobiarnos a la menor oportunidad, en casi todo momento nos acompañó una brisa de componente oeste-noroeste de lo más fresquita y vigorizante, lo cual agradecimos sobremanera vistos los días previos de puro achicharramiento estival, ola de calor africano incluida.

Comenzamos la ruta saliendo de la ermita de Hontanares y nos adentramos en un bosquecillo de robles con algunos pinos al principio en dirección a la Buitrera. Ya desde el principio el sendero empezó a picar hacia arriba y no tardamos en empezar a sudar (aquí logré desbaratar una conspiración entre Jesús y Pablo para evitar que me pusiera en cabeza para marcar un ritmo "de entrenamiento" digno de Picos, pero no les resultó..., al menos hasta que les vi agacharse para coger palos y piedras, momento en el que intuí --puesto que ellos no coleccionan piedras como yo-- que tal vez habría que tomarse la subida a la Buitrera con más calma y disfrutar de las vistas, muy bonitas, por cierto). Una vez apaciguados los ánimos y aclaradas las intenciones, salimos del robledal y llegamos a una zona salpicada de riscos y aristas donde encaramos unas pequeñas chimeneas que nos deleitaron con unas sencillas trepaditas muy de mi gusto. Seguidamente alcanzamos la cuerda de Cerro Gordo y tras este punto vino una sucesión de subidas y bajadas (más de las primeras que de las segundas) que nos llevaron hasta la misma cima de la Buitrera en algo menos de dos horas desde que partimos de la ermita.

Continuamos camino por las crestas que hay en dirección sur hacia el collado del Cervunal, donde nos encontramos con unas canalillas bastante atractivas (y que ya han sido anotadas para cuando estén bien cuajaditas de nieve). Desde el collado del Cervunal segimos hacia el sureste por una senda olvidada de la mano de Dios que bajaba hasta el parque natural del hayedo de Tejera Negra. Si bien la senda contaba con numerosos hitos y marcas amarillas, su falta de uso y la consiguiente invasión de matojos y arbustos viarios dificultaban su seguimiento. Ya abajo cerca del párking junto al río Lilla --totalmente seco-- nos topamos con algunos domingueros (muy pocos, afortunadamente) y aprovechamos para ponernos a la sombra y comer un poco.

Aunque se estaba muy fresquito y bien en este lugar, enseguida nos pusimos de nuevo en marcha subiendo hacia el alto de Cabeza Gorda por un supuesto sendero que de vez en cuando le daba por jugar al escondite entre jaras, piornos y otros elementos decorativos del lugar (para "alegría" de Pablo, que se empeñó en llevar pantalones cortos --y luego se queja de los masajes y caricias que le dan los arbustos, con lo "suavitas" que están las jaras en esta época del año--nótese el toque de ironía en la frase anterior). Tras alcanzar la cuerda y reencontrarnos con gran alivio con la brisa fresquita y vigorizante (que nos había dejado mientras permanecimos al abrigo de Cabeza Gorda y ya la empezábamos a echar en falta de una forma alarmante) proseguimos por más subidas y bajadas de nuevo en dirección a la Buitrera hasta el cerro de Mesa Peñota. Con la Buitrera a tiro de piedra tras una última subida especialmente intensa (que nos recordó nuestra humilde condición de simples mortales), retomamos la cuerda que trajimos a la ida por la mañana y la desandamos hasta la ermita de Hontanares (con otras cuantas subidas y bajadas más de postre --afortunadamente ahora más de las segundas que de las primeras-- con cuerda, chimeneas, riscos y robledal incluidos) donde nos dimos un merecido homenaje rehidratante (no entro en detalles pues ya os imagináis a lo que me refiero, ejem).

En conclusión, una ruta bonita y la mar de entretenida que ha cumplido con creces la puesta a punto de cara a las exigencias de la próxima visita a Picos. En fin, lo siento por aquellos que se la han perdido (y por los que aún no estén en forma, porque van a sufrir de lo lindo...).

Un xaludote
>Tío Paco<

PD: algunos dicen que si he vuelto que si tal. En realidad no me había ido. Sólo estaba oculto entre las sombras, acechando...




lunes, 23 de agosto de 2010

Buscando el Callejón de la Abeja

Aunque en un principio pensamos en titular esta entrada como "Baño de sudor y sangre en la Pedriza", finalmente y pensando en aquellos que no nos conozcan, hemos decidido optar por algo más moderado. Aun así, la primera idea resumía bastante bien lo que dio de si la jornada.
Pero dejando a un lado cuestiones escatológicas, la principal noticia del día fue que ¡Paco ha vuelto! si señores, ha vuelto, y de que manera.
Ante nuestra convocatoria de una sesión de entrenamiento de cara al viaje a Picos de Europa, don Paco se ofreció a diseñar una ruta un tanto sui géneris con objeto de conocer el famosos Callejón de las Abejas, en la Pedriza. Para este experimento nos presentamos Jesús, Juan Carlos y un servidor. La jornada comenzó con una subida al sprint desde el Tranco hasta el Collado de la Vistilla, en menos de 45 minutos, que a Jesús y a mi nos dejó listos para ir penando el resto de la ruta. De ahí, directamente bajamos hasta el Tolmo y al puente del refugio Giner para girar en dirección a Cuatro Caminos. Menos mal que aun bajaba suficiente agua por el arroyo de la Majadilla porque a esas alturas ya nos habíamos bebido y sudado casi todo el líquido que cargábamos. De aquí volvimos a bajar por un bonito sendero de bosque hasta el arroyo para comenzar la subida normal al collado de la Ventana, buscando el desvío hacia el callejón pero no hubo manera y mira que, como pudimos comprobar a la bajada, los hitos eran del tamaño de un poste de teléfonos. El caso es que tomamos otro desvío (por llamarlo de alguna manera) que nos llevó entre zarzas y matojos, hasta el pie de unas vías de escalada cerca del Cocodrilo. Teniendo ya claro que por ahí no era y que no había ganas de recular, Paco jugándose el tipo, decidió probar suerte por una de las canales que suponíamos deberían dar paso al collado de la U pero a mitad de subida la cosa se puso fea y no le quedo más remedio que tirar par abajo. Así que, saltando de roca en roca como las cabras y enganchándonos con todos los matorrales que salían a nuestro encuentro, conseguimos por fin llegar a al PR a la altura del Puro. De allí al collado de la U y por fin al Callejón de las Abejas, eso si, de bajada. Desde aquí poca historia. Más sudores y una larga pateada hasta Canto Cochino y el Tranco entre bañistas, domingueros y demás fauna del lugar.



martes, 17 de agosto de 2010

Días de rocódromo

Después de un largo tiempo flirteando con la escalada, el señor Corz se autoconvenció de que necesitaba hacerse con el material mínimo para meterse en este mundillo. Así que después de comprarse unos pies de gato en una de las tiendas del Rastro nos comentó que había localizado en Alcorcón un lugar para practicar movimientos laterales, algo así como un muro con presas. Y como nos pillaba más o menos cerca de casa Jose y yo nos acercamos a probarlo.

El lugar esta semiabandonado, lleno de hierbajos y de un molesto bordillo que de vez en cuando puede darte algun susto si caes mal. Además, han aprovechado para realizar pintadas en el muro, con lo cual el aspecto no es muy allá. Es algo así como un bulder (boulder o como se diga), de escasa altura (no es necesario usar un crash pad) y en el que se puede echar un rato entretenido. Queda lejos de otros rocódromos que conocíamos como el del Parque de Roma en O'Donell u otros más modestos, pero para probar los pies de gato un rato nos servía. El caso es que Corz tiene localizado por la zona otro lugar donde practicar un poco, pero en este caso no es al aire libre y por tema de vacaciones no pudimos probarlo.




Al día siguiente aprovechamos para conocer el rocódromo de Urban Monkeys en Madrid. Este mes de Agosto es gratuito y todo el material es nuevo. Este sí que nos gustó un montón no en vano creo recordar que eran 450 metros cuadrados escalables. Los que lo llevan son gente maja y al que le pille cerca desde luego tiene una buena oportunidad. Dejamos un enlace por si a alguno le interesa:

http://www.urbanmonkey.es/web/home

Próximamente tenemos pensado acercanos a la zona del Planetario, donde Pablo tiene localizada una zona al aire libre. Al parque de Roma desde luego que también volveremos, ahora que vamos progresando en estos bloques pequeños poco a poco.


Os dejamos algunas fotillos del día de Alcorcón:


domingo, 15 de agosto de 2010

Alto del Telégrafo

Puesto que este sábado andábamos todos un poco limitados, ya fuera en cuestiones físicas o de tiempo, decidimos dejar las rutas para otro fin de semana y continuar alimentando nuestra nueva afición-adicción a la escalada. Esta vez decidimos explorar una nueva zona: el Alto del Telégrafo, al lado del puerto de Navacerrada. José y un servidor llegamos a la zona en cuestión sobre las 12:00 para encontrarnos allí con Manu, Nadia y Pepe que pasaron noche en la sierra y, ya de paso, inspeccionaron la zona antes de nuestra llegada. Como no teníamos croquis fiables ni demasiadas referencias, nos metimos de primeras con una vía con un techito la mar de interesante, que luego resultó ser un 6a que sacamos todos a trancas y barrancas. De ahí pasamos a un V+ bastante entretenido para luego intentar la tontería de un 6b con una entrada desplomada en la que, aparte de terminar con los brazos molidos, no llegamos ni a chapar al segunda cinta lo que nos sirvió para bajarnos un poco los humos y recordarnos nuestra condición de yogurines en estas lides, más aun cuando una pareja que estaba allí al lado sacaron la vía como el que se pasea en pantuflas por su casa mientras nosotros nos limitábamos a babear contemplando la escena.
Con la moral un poco tocada y algo de cansancio en el cuerpo, decidimos probar suerte en la pared que cae hacia el lado sur, donde hicimos un V+ con algo de intríngulis, en el que José sufrió una pequeña caída sin consecuencias y otra vía que suponemos debía ser un 6º en la que no hubo más remedio que hacer algo de trampa. Para postre una pequeña aguja, con bicho incluido en una de las grietas y que resultó ser un entretenido fin de fiesta para una jornada realmente provechosa.
Para rematar, tal y como apareceen en los estatuto no escritos del grupo, dimos buena cuenta de unos refrescantes jarrotes de zumo de cebada en las terrazas del puerto.

Aunque la información que encontramos es poca, suponemos que las tres primeras vías que hicimos o probamos fueron:

- Pepe Pinto: 6a
- El güiski y las mujeres arruinaron mi vida: V+
- Nueva: 6b

En definitiva, una zona algo más complicadilla que lo que veníamos haciendo hasta ahora pero muy interesante para apurar un poco más e ir avanzando pasito a pasito.
Ahí os dejo un video con el incidente de José y unas cuantas fotos de la jornada.




Quebrantaherraduras II

El sábado 7 de Agosto después de unas previas llamadas para organizarlo, motivados por las ganas que tenia Eva de practicar este deporte con el grupo, nos subimos Pablo, José, Eva, Irene y un servidor a intentar hacer un poco de escalada a Quebrantaherraduras, una zona ya conocida por los dos primeros pero totalmente nueva por los demás.
Fuimos por la tarde con la fresca ya que como se ha comentado anteriormente en esa zona da la sombra por las tardes cosa que se agradece a la hora de practicar escalada en esta estación, por suerte no había excesiva gente por lo que pudimos coger las vias.
Empezaríamos con la via más a la derecha, si no me equivoco Estrella de mar (V), después de que el señor Pablo nos la abriera sin mas problemas que una lagartija, aquí un servidor se emociono sin tener fortuna en el intento y dejándolo para mas adelante, posteriormente fue José y otro que parece tener pegamento en las manos, la señorita Irene hizo lo propio y ataco la via, la señorita Eva nos demostró que se tomo muy a conciencia el curso demostrándonos sus dotes para este deporte.
Las siguiente via en hacer seria Elia (V) otra vez Pablo nos demostraría como se hacen las cosas bien, siguiéndoles el resto teniendo mayor y menor fortuna en nuestro empeño. Posteriormente acometería por última vía por este día el señor Pablo la via Terete (V+) dejándonos la cuerda preparada para los demás.

Personalmente, esta zona es muy interesante y aun no habiendo efectuado todas las vias que se comentan, veo que es una zona muy grata a la hora de subir con bastantes agarres tanto de manos como de pies, algunos de ellos tan buenos que parecen una escalera, una zona bastante buena para nuestras practicas y un lugar inmejorable para perderle ese miedo que tenemos todos a las caídas, ya que con su verticalidad la caída no es mas que un simple balanceo sin mas repercusión.

By DavidGarcia

Pirineos (II) - Balaitus

El domingo se toca diana a las 6 y las 7 y pico…a por el Balaitus.

A diferencia de ayer, ganamos altura desde el primer paso. Pablo, Manu y los hitos nos guían. La temperatura nos acompaña pero los cuádriceps de David no. Intenta subir para, al menos, ver la grieta que da paso (?) a la cima. Finalmente opta por no forzar más. Antes de darse la vuelta, presta parte de su material de escalada a Eva. Este detalle resultó ser imprescindible.
Un par de neveros antes de llegar a la grieta nos obligan a usar los crampones. ¡¡¡Por fin los estreno!!! Hasta saqué el piolet y, por supuesto, me hice un par de sietes en el pantalón.
El cursillo acelerado impartido Manu y Pablo a Eva y a mí fue muy útil. Pero la montaña es implacable y sacó el primer síntoma serio de debilidad de Eva. También fue el último porque, junto con Manu y Pablo, alcanzó la base de la grieta.

Yo, desde una cómoda posición, vería como los tres "puntitos" -amarillos, blancos, rojos y naranjas – superaban, en una larga hora, la puñetera grieta.
Mientras me entretenía con mis nuevas suelas afiladas, estos chicos cresteaban hasta la cima del Balaitus, ya fuera de mi vista.
La espera se me hizo pesada, pero cuando el cielo se cubrió, empezó a tronar y agranizar…me puse de los nervios. El verlos en lo alto de la grieta me calmó un poco, pero el tiempo que tardaron en hacer los cinco rápeles se me hizo eterno. Y el cielo dale que te pego. Estaba preocupado. Cuando finalizaron la bajada de la grieta, en un punto oculto a mi alcance, se tuvieron que enfrentar a una bajada casi vertical de nieve traicionera. Y ahí, Pablo se acordó del piolet que dejó en el maletero.
Finalmente, llegaron a mi altura. Ahí se disiparon todas mis dudas. Estaban bien.
La bajada se les hizo pesada. Pero la fuerza que les dio haber superado el reto les salía por la orejas.

Llegamos al refugio. Cervecita…pero sin David, que ya había iniciado la vuelta a los coches. También este tramo se hizo pesado, pero con los pies en automático pudimos disfrutar y despedirnos del generoso paisaje. A las 8 y pico llegamos al aparcamiento…¡¡¡Pablo, Manu y Eva llevaban 13 horas casi sin parar!!!

Al llegar al camping, y dado que estaba lloviendo, decidimos cenar en el restaurante del mismo, de menú a 12 euros. La mayor de las dudas: ¿CÓMO COÑO TIENEN LA DESVERGÜENZA DE COBRARNOS OTROS 12 EUROS POR UNA JARRA DE CERVEZA DE LITRO Y MEDIO?
Luego dudamos entre ducharnos antes de acostarnos o después de levantarnos. Al final hicimos justo lo contrario a lo que hablamos…no teníamos fuerzas para demasiada coherencia.
Noche de intensa lluvia, con truenos y relámpagos. Pero amaneció calmado y el suelo no estaba encharcado. Esto nos permitió desmontar las tiendas sin dificultad.

Tras consultar en la recepción del camping, tiramos para el "outlet" de Barrabés en Huesca. Y ahí se acabaron nuestras dudas: BARRABÉS ES UN TIMO, HASTA DE OFERTA.

Última reunión de grupo en un área de servicio al salir de Zaragoza. Hamburguesa doble con queso, patatas fritas, tres salsas y bebida carbonatada. Había que recuperar.
Antes de terminar -y con todo el cariño al resto de compañeros del foro- se te echó en falta, Tío Paco. SIN DUDA."





lunes, 9 de agosto de 2010

Pirineos (I) - Gran Facha

"Después de que David y Manu nos pusieran el plan en bandeja de plata, y tras mucho insistir, los susodichos, Pablo, Eva Gonzalo (reciente incorporación, ya presentada en sociedad) y un servidor nos unimos para subir al Valle de Tena, en los Pirineos de Huesca. Entre el 30 de julio y el 2 de agosto.
Fueron muchas dudas preliminares antes de decidirnos: sobre la dificultad de las rutas, la disponibilidad de los días, el regreso de otras aventuras transpirenaicas, alguna contractura, y también sobre la alimentación y el aprovisionamiento.

El viernes las 14:30 David y Manu arrancan de Madrid.
A las 16:00 -tras el obligado "tetris" con el material y mi querido Saxo- Pablo, Eva (chica menuda y…!menuda mochila¡) y yo les seguimos. El viaje empezó a ser agradable cuando el aire acondicionado empezó a funcionar y el teléfono del trabajo de Eva…dejó de hacerlo.
Entonces, a los tres de las 16:00 nos surgió otra duda: ¿Cuántas cervezas de ventaja nos llevarían Manu y David?
Cerca de las 21:00, ya estábamos todos en el Camping Escarra (en Escarrilla, unos 10 km. antes de Sallent de Gállego). Se supone que era de 1ª categoría, pero con que estuviera limpio nos bastó.
Antes de acostarnos, cena "de supermercado de Madrid" (yyyyyyy sí, Eva, va con mala leche, pero fuiste tú la que se empeñó en que yo redactara esta crónica).

El sábado nos levantamos a una hora prudencial, dejamos las tiendas plantadas, desayunamos en el bar y las 9 y pico pudimos aparcar los vehículos muy cerca del inicio del camino al refugio de Respomuso.
Y aquí otras dudas: ¿Qué material y alimentos subimos y qué dejamos? Yo opto por coger demasiada comida y Pablo por dejar el "piolo". Ambos nos arrepentiremos.

La subida al refugio, de unos 700 metros de desnivel y por camino en "variable pero razonable" buen estado, es una delicia…con mochila para un día.
Son las 12, nos liberamos de buena parte de la carga en las estupendas taquillas, reponemos fuerzas (léase, jarras de medio litro de cerveza) y enfilamos la Gran Facha.

Al principio es un bonito paseo de “sube y baja”, que no nos hace ganar ni un puñetero metro de altura con respecto a los 2.200 del refugio.
Eso sí transcurre en un paisaje idílico con praderas, lagos cristalinos y marmotas. A estas últimas un listillo quiso darles de comer: oportunamente, David me lo impidió.
A medida que, ahora sí, ganamos altura debemos atravesar unos neveros. El estado de la nieve y la huella previa nos permiten salvarlos sin crampones. Cuando el terreno nos lo permite, dejamos de mirar al suelo y nos deleitamos con los intensos azules del hielo sumergido en los ibones.
Alcanzamos el collado de la Gran Facha.
David, con sus cuádriceps tocados y yo, con las fuerzas justas, decidimos quedarnos ahí. Manu, Pablo y Eva dejan los macutos y atacan los 400 metros de desnivel de montaña deshecha. No puedo ocultar mi punto de envidia cochina al ver sus caras al regresar.

A las 19:00 retornamos al refugio.
Cervecita, las 7 y media larga y…¡el agua caliente la cortan las 8! Aquí hay pocas dudas, porque la cena es a las 8 en punto. Sopa de fideos, carne guisada, pan y manzana. Calidad y cantidad acertadas.Mañana madrugamos. Así que, a las 10 al catre.
Y otra duda más: con la cantidad de ronquidos – incluidos, tal vez, los míos-, golpes contra el techo, risas y similares ¿cómo puede afirmar algún miembro el grupo que durmió profundamente hasta no saber dónde estaba al despertar?





martes, 3 de agosto de 2010

Mataelpino - Maliciosa - Rio Manzanares - Mataelpino

Como preparación previa para pirineos y como salida normal para otros, el domingo 25 de julio nos encaminamos Jesús, José y Pablo hacia Mataelpino para repetir una ruta que ya hicimos el año pasado con Dani y Paco, y que nos dejó un muy buen recuerdo. La idea era subir a la Maliciosa desde la carretera de Mataelpino para luego continuar hacia Bola del Mundo, Cabezas de Hierro y bajar hacia el puente de los Manchegos y vuelta a Mataelpino por el collado de la Maliciosa Baja. Finalmente, debido al calor y a que íbamos con el tiempo más bien justo, decidimos acortar por el nacimiento del Manzanares directamente al Puente de los Manchegos y continuar por el itinerario descrito, lo que nos permitió, por otro lado, remojarnos los pies en una de las pozas de la parte alta de rio y a Jose incluso darse un pequeño chapuzón.
En definitiva, una ruta más bien dura por la subida a Maliciosa pero muy bonita y poco transitada. Especialmente recomendable es el caminillo que une la pista del puente de los manchegos con el collado de la Maliciosa baja. Transcurre todo el rato por un bonito sendero de bosque que, a poco que se deje de utilizar creo que se terminará por perder la traza. Lo peor, el secarral de bajada a Mataelpino, sin ninguna sombra y con un sol que arreaba sin compasión.







lunes, 2 de agosto de 2010

Seguridad en Escalada (I)

Mientras preparamos un pequeño y modesto reportaje de lo que fue el viaje a Pirineos que nos hemos marcado este fin de semana os dejamos un vídeo con contenido básico pero muy bien explicado sobre los erroes más frecuentes en la escalada. Merece la pena que le echeis un vistazo y si alguno más se tranquiliza en cuanto a la segurida y se anima viendolo pues perfecto.